Crónica de un amor frustrado
Este no es un cambio de gobierno, es un cambio de régimen. Así se dirigía a la población el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para estrenar su mandato popular. Con ese espíritu constituyente, que trasciende de fronteras y de generaciones, y a través de esta herramienta llamada Podemos, y de la mano de fuerzas hermanas, nos enfrentamos a la crisis sistémica e institucional instalada desde 2015. A continuación, y por orden cronológico, hago una breve enumeración de sucesos que se han producido en los últimos tiempos hasta llegar a este punto de excepcionalidad permanente:
- 1 de julio de 2018: Se aprueba la moción de censura contra el gobierno de Rajoy (días antes la Audiencia Nacional sentenciaba que el PP se había lucrado a través de la trama Gürtel) en la que Unidos Podemos, entre otros, ceden sus votos, gratuitamente y sin contrapartidas, para hacer presidente a Pedro Sánchez. Inicio de la experiencia de gobierno a la portuguesa.
-13 de febrero de 2019: Como producto de la debilidad parlamentaria de dicho gobierno en solitario, no salen adelante los Presupuestos Generales del Estado. Días más tarde se convocaban elecciones anticipadas.
- 28 abril de 2019: España vota en sentido progresista, con un PSOE con buenos resultados, le sale bien la campaña del voto útil frente a la irrupción de VOX, irrupción que divide a la derecha en tres grandes facciones. Ningún partido tiene mayoría absoluta (176 diputados) para permitirse gobierno único. La breve experiencia de gobierno a la portuguesa fue suficiente para observar su gran inestabilidad.
- Junio de 2019: Tras pregonar en campaña que el socio preferente del PSOE es Unidas Podemos y, recordemos, tras celebrar los resultados de las generales con la militancia a las puertas de Ferraz gritando “con Rivera no”, Pedro Sánchez se pasa el verano inmóvil, como si la aritmética parlamentaria le fuese ajeno. Durante este periodo ocurren dos circunstancias en paralelo; se emplean eufemismos y evasivas para evitar negociar un gobierno de coalición (gobierno de cooperación, perfiles técnicos con experiencia reconocida, se ofrecen cargos institucionales fuera del gobierno, etc); al mismo tiempo que se envía una carta desde la bancada socialista, pidiendo a los diputados del PP su abstención para tener un gobierno en solitario, y mientras se le sigue guiñando el ojo a Rivera públicamente, pese a la estrategia kamikaze de este último de descartar a Sánchez. Tras el NO rotundo, en ese momento, de las dos derechas, menos mal que con VOX ni se intentó, solo quedaba mirar al espacio de Unidas Podemos.
- Julio de 2019: Se inicia el mes de la investidura con un comportamiento impropio de “potenciales aliados”, el veto a Unidas Podemos de las carteras de Estado y el veto personal al secretario general de una formación política que representa a 3.7 millones de españoles y que venía de sufrir uno de los espectáculos más lamentables de la historia democrática de nuestro país, las cloacas del Estado. Ambos vetos se aceptan, salta la ventana de oportunidad, el PSOE no tiene relato, ni con fuegos de artificio made in Iván Redondo.
- 72 horas antes de la investidura del 25 de julio. Por fin se inician las negociaciones para un gobierno de coalición, la situación urge. Parecía que sí, pero días más tarde nuevo revés, 24 horas antes de la segunda votación de investidura, desde el despacho de Carmen Calvo se filtra un documento manipulado, sí, manipulado por la Vicepresidenta del Gobierno, en el que lo que eran sugerencias iniciales de UP parecían exigencias sobre la bocina. Al mismo tiempo Unidas Podemos rechaza los sillones, sin competencias, que desde el PSOE se ofrece. Nada de puestos meramente ornamentales, proporcionalidad con respecto a los votos recibidos para el reparto del poder y competencias. El primer ministro italiano lo entendió bien y reestructuró su gobierno en unos días, sin tanto show, cuando hay voluntad se hace en base a criterios racionales, con proporcionalidad, y en tiempos lógicos.
- 25 de julio. Con la investidura perdida y desde la tribuna del Congreso de los Diputados, se ofrece al PSOE la renuncia por parte de Unidas Podemos al Ministerio de Trabajo, a cambio de políticas activas de empleo. Se rechaza en directo. Investidura fallida. UP se abstiene como gesto para continuar las negociaciones.
- Agosto de 2019. Pedro Sánchez se va de vacaciones a Doñana. Cuando un alumno suspende se queda en verano estudiando para salvar los muebles, no así nuestro presidente. Sus ministros siguen implorando al PP y a Ciudadanos un pacto.
-20 de agosto. Unidas Podemos presenta una propuesta de 120 páginas al PSOE para retomar el dialogo donde lo habían dejado, con 4 alternativas de gobierno distintas, con el objetivo de formar gobierno y evitar la repetición electoral. En 3 horas es rechazado.
- 3 de septiembre. Pedro Sánchez vuelve de sus vacaciones con un acto electoral para presentar su programa. Rumbo hacia las elecciones, cada vez menos dudas.
- 5 de septiembre. Se reúnen los equipos negociadores de ambos partidos. Desde el PSOE no se contempla, lo que en julio si valía, al menos durante 72 horas, un gobierno de coalición.
- 11 de septiembre. Durante un pleno en el Congreso de los Diputados, Pablo Iglesias cede de nuevo y pide a Pedro Sánchez que se reúnan saltándose el protocolo; Sánchez contesta que no, al tiempo se dirige a Rivera para que se reúnan ambos.
- 12 de septiembre. Se vuelve a ceder desde UP, se propone un gobierno de coalición hasta la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, posteriormente a ello el presidente puede quedarse en un gobierno en solitario cuando lo estime oportuno, se le promete lealtad institucional. Se vuelve a rechazar en 10 minutos.
- 17 de septiembre. Se pone rumbo hacia el horizonte electoral del 10 de noviembre. La bancada socialista del Congreso sonríe.
Esta misma mañana Carmen Calvo afirmaba que el futuro entendimiento con Unidas Podemos es muy difícil, al mismo tiempo que Albert Rivera rebaja el tono contra Sánchez. La solución que promulgaba Ana Patricia Botín, un gobierno PSOE- Cs , el gobierno del cambio para que nada cambie y el IBEX aplauda, el sueño húmedo de Pedro Sánchez, quien en el pacto de 2016 hacia vicepresidente a Rivera con solo 32 diputados y sin vetos personales.
Si con estos movimientos pretenden reducir al espacio que representa Unidas Podemos a la irrelevancia política se equivocan y acrecientan lo que durante una generación se venía observando: la claudicación del PSOE a los poderes económicos y a las élites contra los que decían que venían a representarnos. El socialismo como ideología, no como decorado que incorporar a unas siglas, tendrá muchas interpretaciones, pero ninguna en la que se claudique ante el poder, más allá del pragmatismo de época y de coyuntura político-social que la englobe. En esta línea, el fundador el partido socialista, Pablo Iglesias Posse, decía: “Cuando los burgueses nos aplauden es que algo estamos haciendo mal”. Hace unos días la CEOE aplaudía el programa de Sánchez.
Hacer política para los humildes, con perspectiva histórica y sabiendo conectar con el hilo histórico de las clases subalternas, sería la solución fácil para condenar a Unidas Podemos al ostracismo. Si lo hiciesen, no solo no existiríamos sino que iríamos en un mismo barco, bajo las siglas que fuesen.
El panorama no deja dudas, el espacio político de Unidas Podemos debe de ser cuidado. No disparan a herir. Las cloacas del Estado, como punta del iceberg, nos lo hace intuir, cuanto menos. Pegaré carteles para las elecciones con la misma ilusión de siempre, con el secretario general de Podemos Pablo Iglesias a la cabeza y con el compañero o la compañera que represente a la circunscripción a su lado, sea quien sea. Porque lo importante no son los nombres propios. Es el proyecto político amplio de Unidas Podemos. Avancemos en positivo para refundar a España y ensanchar su democracia, más allá de lo que el régimen del 78 da de sí.
No venimos a por migajas, venimos a darle la vuelta a la tortilla con el espíritu del 15-M, que todavía retumba en nuestras plazas.
Julián Sanz Real es secretario general de Podemos en Puertollano