Los españoles incompletos de Machado y el gran abismo de Humphrey Bogart
Machado, Mariena y los españoles incompletos
Antonio Machado, inmortal español universal, no deja nunca de acompañarnos. Es una de nuestras cumbres, qué vamos ahora a descubrir. No puede gustarnos más escuchar su palabra: escrita, recitada, aprendida de memoria y pasión y contada al oído, en la soledad de la noche o al sol del amanecer en verano. Aquella melancolía de lluvia tras los cristales, huerto claro dónde madura el limonero. Qué agua más bendita y más clara. La sencilla franqueza y la naturalidad del escribir precioso llevadas a su máxima exposición. Envidia de enredar las palabras y soltar en cada verso una obra mayor. Bueno en el mejor sentido de la palabra bueno: Machado en el corazón. Pero quiero fijarme ahora en un detalle de máxima actualidad española, Antonio Machado en 2020, esta España de hoy que es la España de siempre. La cita de Juan de Mairena en 1937, que ahora estremece: “De aquellos que dicen ser gallegos, catalanes, vascos, extremeños, castellanos, etcétera, antes que españoles, desconfiad siempre. Suelen ser españoles incompletos, insuficientes, de quienes nada grande puede esperarse”. Todo queda ya dicho.
Ochenta años de El sueño eterno
Ochenta años después, la espectacularidad de “El sueño eterno”, en la novela de Raymond Chandler y en la película de Howard Hawks, es la maravilla de su infinito literario y la profundidad y riqueza del detective Philip Marlowe, su intricado camino por el alma humana y la trama negra en la que todo ese universo queda envuelto. Un impagable ejercicio de estilo. Los personajes de la película, tal como están trazados, son una pura fascinación que nace del guión monumental de gran cine negro dirigido por William Faulkner, sin respiro para el espectador de pura brillantez. Es tan buena “El sueño eterno” que parece inverosímil, a pesar de la enrevesada historia y su confusión final, ese laberinto oscuro en el que Humphrey Bogart y Lauren Bacall (¿puede ser ella más guapa y él más bajito y conquistador?) derrochan su morbo y su elegancia y terminan encontrándose los corazones y la gracia. La novela es de 1939 y la película de 1946 y en todos estos años la historia no ha hecho otra cosa que crecer, una adorable genialidad detrás de otra desde la primera escena, con su potentado, su detective irresistible y su correoso ambiente de sudor, intriga y whisky, al borde del abismo. Una obra maestra.
Nick Lowe, el señor de la música
Marzo es el mes de Nick Lowe. El señor más elegante y distinguido de la música británica cumplirá en unos días 71 años y sólo podemos desearle la misma felicidad que él regala a sus seguidores a manos llenas y discos de oro. Una vida de preciosas canciones, sencillas y melódicas, deliciosas entre el pop, el rock y la alegría de estar tocándolas y escuchándolas, que es una forma importante de la alegría de vivir. Torbellino de excelencia en la composición, vitalista y tan exquisitamente clásico y popular, Nick Lowe ha llevado siempre a su forma de componer y tocar una madurez de edad adulta que sobrepasa el tiempo y las fronteras, rompiendo generaciones. Perdurable y encandilador. Personal. Mágico. Imaginativo. No lo descubrí a tiempo, más bien en los juegos de la edad tardía, pero me alegro tanto porque, de lo contrario, tal vez no hubiera sido capaz de entenderlo y, de forma imperdonable, lo habría guardado para siempre en el cajón del olvido. Así queNick Lowe ha ido creciendo en mi corazón musical y me apasiona poner sus fantásticos videos y escuchar sus pegadizas canciones, en ese magnetismo de algunos ratos felices. Shelley my love, ahora y siempre.