Estos días asistimos a unos momentos que ni en nuestras peores pesadillas, hubiéramos podido soñar. Esta crisis que estamos pasando, no es fácil para nadie, pero otra vez ser mujer lo hace más difícil. Nosotras que siempre hemos hablado de los cuidados y de poner la vida en el centro, hemos sido tachadas, cuanto menos de locas.
Ahora se ve que esos cuidados, son muy importante en nuestras vidas. Ahora que tenemos que quedarnos todos en casa, se ve que esos cuidados se necesitan para seguir adelante. Ahora que estamos enfermos vemos que esos cuidados son importantes y, mayoritariamente. realizados por mujeres. A los cuidados nunca se da valor porque total ya lo hacen las mujeres, como si eso fuera algo que nace con nosotras. En estos días difíciles se están valorando y las mujeres esperamos que cuando todo esto termine, no se olvide.
El martes deberíamos haber celebrado, como cada primer martes de mes, la concentración del Consejo Local de la Mujer para reivindicar y mostrar nuestra total confrontación hacia la violencia de género y la violencia machista. Tranquilas, pronto saldremos a las calles.
Ser mujer en nuestra sociedad no es fácil. Mujer sola y pandemia, es mala combinación. En estos días tengo que estar en casa sola debido a que no todas las mujeres tienen la posibilidad de estar en una casa grande, con jardín o terraza, muchas habitaciones y mucha luz. La mayoría estará encerrada en un piso contribuyendo a tener miedo y a sentir mucha soledad.
Estos sentimientos y sensaciones se acentúan en esta crisis sanitaria ante la incertidumbre de no saber qué hacer y la angustia se puede apoderar de ti. En una sociedad donde las mujeres hemos sido educadas para cuidar y acompañar, el estar sola puede llegar a ser un estigma y puede también hacerte pensar que no haces nada por la sociedad, pero no es así, ahora también tenemos tiempo solo para nosotras, para cuidarnos, para valorar el futuro, sin ningún obstáculo y aprender de todo esto. Cuando todo esto acabe tenemos que volver a salir a las calles sin miedos, sin reservas y más fuertes.
El después tampoco será fácil, por lo mismo de antes, la pobreza y la precariedad tienen rostro de mujer, ¿cuántas mujeres saldrán de esto sin trabajo? ¿Cuántas verán sus recursos mermados? ¿Cuántas tendrán que seguir cuidando, viendo que sus hogares se hunden?
Seguro que nunca tendremos las cifras reales. Lo que sí es seguro, es que las mujeres volveremos a tener una recesión más fuerte, nos pondrán más trabas para poder salir de esa crisis, volveremos a tener más recortes en nuestros derechos, la historia es cabezota y se repite. Tendremos que volver a las calles a luchar y, sobre todo, tendremos que volver a poner en valor los cuidados, otra vez.
Cuando termine esta pandemia apretaremos los dientes y saldremos adelante porque si de algo sabemos las mujeres es de derrotas y salir de ellas triunfando, de retroceso en los derechos y pelearlos día a día y volver a conseguirlos, de que nos intenten pisar y de revolvernos y salir victoriosas, de ser nosotras mismas sin remordimientos.
Espero sinceramente que después de esto, esta sociedad salga más fortalecida, que nos cambien los valores, que defendamos más lo público, que se está demostrando que es lo que nos está salvando y que se prime lo colectivo antes que lo individual.
Olga Ávalos. Concejala de Izquierda Unida-Podemos en Toledo