La obra de Lope de Vega, “El perro del hortelano”, cogía su título de la expresión popular que se refería a que los perros no comen el fruto de la huerta de su amo por ser carnívoros y, al mismo tiempo, impiden que nadie pueda comer de la misma. Es decir, ni comen ni dejan comer. En la obra, la condesa Diana no podía amar a Teodoro, pero tampoco le dejaba amar ni que nadie le amase.
Desde hace semanas, los tres partidos con representación en las Cortes de Castilla-La Mancha estamos hablando de la necesidad de alcanzar un pacto para la reconstrucción de la región. Sin embargo, en las noticias aparece Page metiendo la pata ofendiendo a algún colectivo y Paco Núñez (PP) pide dimisiones, y Ana Isabel Abengózar (PSOE) llama carroñero al PP, y Carolina Agudo (PP) acusa al PSOE de pensar en los votos, y Sergio Gutiérrez (PSOE) dice que el PP hace electoralismo con el coronavirus…
Estas declaraciones, a izquierda y derecha, recuerdan a dos niños que, en lugar de ponerse a hacer los deberes, se pelean por el mando de la PlayStation. Seamos serios. En estos momentos que vivimos, quien esté más pendiente de arrimar el ascua a su sardina que de arrimar el hombro se está equivocando.
Desde el primer momento, en Ciudadanos hemos abogado por alcanzar un pacto para la reconstrucción de Castilla-La Mancha que, visto lo visto, se antoja difícil. Por mucho que queramos no podemos hacer milagros, pero estamos obligados a hacer política y la política es ponerse de acuerdo con quien se está en desacuerdo para solucionar los problemas de la ciudadanía.
El Gobierno tendrá que rendir cuentas por la mala gestión realizada con la crisis sanitaria. Ni toda la maquinaria propagandística del PSOE va a poder tapar lo que todo el mundo sabe. Porque todos tenemos un amigo o un familiar en un hospital, en una residencia de ancianos o en un centro para personas con discapacidad, ya sea porque trabaja en ellos o porque ha estado o está ingresado.
En Ciudadanos no vamos a renunciar a poner negro sobre blanco la realidad de estos dos últimos meses y de lo que aún queda, pero una cosa es la rendición de cuentas y otra cosa es el ajuste de cuentas.
Con la rendición de cuentas se podrán exigir responsabilidades si es necesario, pero lo más importante es que se podrá aprender de los errores cometidos para que no se vuelvan a cometer. Con el ajuste de cuentas no solucionaremos nada.
Nosotros hemos estado empujando para alcanzar el pacto que reclama la ciudadanía desde el primer momento. Primero exigiendo su impulso y, después, remitiendo al Gobierno, al PP y a los agentes sociales y económicos aquellas propuestas que, desde nuestra visión, deberían incluirse en el pacto.
Es necesario reconocer a aquellos que han estado en primera línea de contención de la pandemia, empezando por los sanitarios, y esta vez lo aplausos, aunque nunca sobran, no van a ser suficientes.
Hay que sostener el tejido productivo y el empleo, que están en caída libre por los efectos económicos de la pandemia. Los programas económicos que tenía diseñados el Gobierno ya no valen, porque se pensaron para una época de crecimiento y ahora mismo pensar en crecimiento es hacerse trampas al solitario.
Y hay que hacer un esfuerzo presupuestario sin precedentes para que nadie se quede atrás en esta crisis, como ocurrió en la de 2008 con los recortes que sufrimos.
Pero son malos tiempos para la lírica. Por eso desde Ciudadanos estamos exigiendo que el pacto incluya un anexo presupuestario que detalle el compromiso económico de cada una de las medidas que contenga.
En Ciudadanos somos muy conscientes de que tendremos que ceder en alguna de nuestras propuestas. Un sabio me dijo una vez que, para negociar, hay que agrandar las orejas y empequeñecer la boca. Estamos deseando escuchar a las otras partes, pero no insultándose, sino exponiendo sus propuestas para salir de esta.
Muchas veces he oído que se refieren a mi partido, despectivamente, como “bisagra”. Pues vale, no me molesta. Una bisagra es una herramienta que convierte en útiles dos cosas que por sí solas son inútiles.
O, miren, si quieren podemos ser una palanca que active los mecanismos para el acuerdo. O una llave que abra la cerradura del bloqueo político. Elijan ustedes la metáfora que más les guste, pero en Ciudadanos lo que queremos es ser útiles y alcanzar un acuerdo para no entretenernos en zarandajas de titular de periódico.
El PSOE y el PP deberían dejar de comportarse como el perro del hortelano, sin comer ni dejar comer, sin pactar ni dejar pactar, y dejar que desde Ciudadanos convirtamos en útiles a dos cosas que están demostrando ser inútiles por sí solas.
David Muñoz Zapata es diputado de Ciudadanos en las Cortes de Castilla-La Mancha