Qué grande lo de este niño y el aguardiente del diputado Mora
“Buen porte y buenos modales abren puertas principales”, recomiendan los libros de urbanidad en este país. Precisamente, algunas maneras me faltaron en mi primera entrega el pasado viernes, pues servidora fue incapaz de saludar a los lectores tras mi paso como becaria en EL DIGITAL CLM, y volver ahora al cabo de los años ya en edad de merecer. Dicho queda en esta ocasión, esperando seguir contando con la atención de todos ustedes cada fin de semana.
Qué grande lo ocurrido a Jordi El Niño Polla esta semana. En un homenaje en Perú a las víctimas del covid-19, al actor porno ciudadrealeño le confundieron con un médico español, y le han dado por muerto cuando estaba tan campante. Otro tuit fake que a personas poco versadas en la industria pornográfica del país les hizo hasta dar el pésame a los familiares del artista vía redes sociales. Nos alegramos de esta “resurrección” y de poder seguir viendo en las pantallas al Niño Polla bien vivito y coleando.
El diputado Abascal, también presidente de VOX, solicita para acceder al Congreso que se realice a los parlamentarios un exhaustivo control de drogas, armas, y explosivos, especialmente a los socios de Sánchez e Iglesias. Esto no es lo que era, pensarán sus señorías. Qué tiempos aquellos, anhelarán algunos, donde a la Cámara Baja se acudía a sestear, jugar con el celular, leer el periódico, mostrar orgulloso al vástago, exhibir consignas en prenda deportiva, o en plan tele tienda vendiendo fotocopiadoras. Incluso, en ocasiones, legislar, insultar o vociferar, para justificar el sueldo. Meritxell, que el Congreso se te va de las manos.
Mucho se habla estos días acerca de la futura vacuna contra el coronavirus, pero son ya varias las eminencias políticas metidas a científicos por todo el mundo que nos han ido avanzando sus particulares recetas contra la pandemia. Las enumero por orden de ocurrencia, una colección de paponás propia de semejantes versados dignas de aparecer en las páginas del TBO. Un tal Trump sugirió la posibilidad de tratar el coronavirus con "una inyección de desinfectante" o aplicando "luz solar" en el cuerpo humano para poder así vencer a la covid-19. Otro iluminado en lo suyo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó a calificar el virus como una “gripecita” sin importancia. Por su parte, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, es otro de los revelanderos que nos asombró por su fórmula magistral contra el virus: ir a saunas y beber vodka.
Sin embargo, las dictadas por el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, son para echarse a temblar cuerpo a tierra. El mandatario ha ordenado a las fuerzas públicas "disparar a matar" a todas aquellas personas que violen los requisitos de la estricta cuarentena por la pandemia. Con las órdenes de Duterte no hay virus que se resista, tampoco ser humano. Sin duda, sugerencias y disposiciones todas ellas merecedoras de tenerse en cuenta en las candidaturas de los próximos premios Nobel.
Aquí en España tenemos igualmente aspirantes al Princesa de Asturias de Investigación Científica por sus aportaciones para frenar la enfermedad. Selecciono por su cercanía la del diputado regionalFernando Mora, que en su día vía Facebookaportó como genial solución contra el virus “medio litro de aguardiente gallego”, un licor que además “quita las tonterías”. Al elixir ya le dan como candidato ganador de los premios Gran Selección en Castilla-La Mancha por sus cualidades organolépticas y curativas. Hasta la semana que viene.