Dos bodegueros poco “reservados” y otra oficina bancaria que echa el cierre
Dos bodegas están a la gresca en Castilla-La Mancha, y no son cualquiera. Los vinos de García Carrión (Don Simón) y Félix Solís (Viña Albali) amparados bajo la DO Valdepeñas están en tela de juicio por presunto fraude, lo que ha obligado a la fiscalía de la Audiencia Nacional a tomar cartas en el asunto. Según denunciaGarcía Carrión, el 90 por ciento del vino de esta denominación que se vende como reserva o gran reserva es en realidad del año. Es decir, mientras que en los supermercados dos de cada tres botellas de Valdepeñas se comercializan bajo estas dos etiquetas tan sólo lo es un 20 por ciento, según los datos de la denominación de origen y consultoras especializadas. Una afirmación que ha levantado ampollas en el sector, aunque desde la propia DO y otras bodegas prefieren hacer mutis por el foro, y esperar el veredicto de los Tribunales de Justicia.
Los vecinos del barrio toledano de Santa Bárbara se van a quedar sin oficina de BBVA. Con mucha tradición y décadas abierta en la barriada, la sucursal cerrará sus puertas muy pronto, según denuncia la Asociación de Vecinos Alcántara, con el consiguiente perjuicio para sus clientes que tendrán así que desplazarse a otros lugares de la ciudad para realizar sus operaciones bancarias. De confirmarse el cierre, Alcántara “instará” a los vecinos con cuenta en el banco que se vayan a otra entidad para confiar sus ahorros y movimientos bancarios. Una recomendación que los vecinos ya pueden considerar, pues la oficina de BBVA del barrio toledano de Santa Bárbara es una de las 160 que el banco tiene previsto cerrar en 2020, además de otras 200 ya clausuradas en 2019, según anticipó el banco en la presentación de resultados del ejercicio del pasado año.
Me entero por los periódicos de que la asamblea general de Eurocaja Rural no ha contado con la expectación habitual a la que nos tiene acostumbrada la entidad. Y no me refiero a los resultados, que han sido otra vez “excelentes” en sus principales magnitudes, bendición papal mediante como “Empresa con Corazón”. Este año, debido a la pandemia de coronavirus-19, el acto institucional en su centro cultural se ha visto sensiblemente reducido en cuánto asistencia de delegados y suspendida la tradicional cena de hermandad por idéntico motivo sanitario. Una cita muy esperada por socios, instituciones, cooperativas, y clientes de la entidad que degustaban con fruición la exquisita y abundante propuesta gastronómica ofrecida cada año por Eurocaja. Convocatoria donde los políticos asistentes aprovechaban igualmente para soltar su perorata, generando habitualmente un indisimulado desasosiego entre la concurrencia, más atenta a las bandejas de los camareros prestos a servir que de los plúmbeos mensajes de sus estadistas. Que no se pierdan las buenas costumbres en lo sucesivo, ni los mejores resultados a los que nos tiene acostumbrada la gran entidad.