El 12 de Octubre, nos lleva a un nuevo día para la reflexión. Son ya numerosas las jornadas y momentos en los que en los últimos meses el tiempo se ha paralizado, o más bien nos ha paralizado, y la mayoría de nosotros hemos tenido que intentar buscar respuestas a toda una serie de acontecimientos que se han empeñado en mostrarnos, una y otra vez, la debilidad humana, física y mental, pero también de una clase gobernante que en vez de ofrecer certezas, seguridad, un necesario aliento, se ha empeñado en anularnos y aislarlos, confinamientos aparte, hasta desnortarnos.
Pero hay un valor seguro con el que podemos seguir contando en nuestros municipios, unos hombres y mujeres que no sólo no nos están fallando durante esta pandemia, sino que han sacado lo mejor de sí mismos para proporcionarnos seguridad y esa esperanza que muchos de nosotros seguimos necesitando a medida que los acontecimientos nos demuestran la inoperancia y los nulos valores de los que hacen gala algunos desde las diferentes instituciones que nos gobiernan. Hablo, por supuesto, de nuestra Guardia Civil. Son numerosos los ámbitos en los que desarrollan sus funciones, desde grandes operaciones antiterroristas, de narcotráfico o blanqueo de capitales, pero hoy me gustaría destacar la labor de aquellos agentes que en la provincia de Cuenca tenemos más próximos, nuestra Guardia Civil Rural, aquellos vecinos, porque son uno más de nosotros, que cumplen con la impagable tarea de estar a nuestro lado para lo que se les necesite, ni más ni menos.
Vaya por delante, pues, y en primer lugar, mi agradecimiento. Sois un referente para cualquier habitante de nuestros pueblos y también para los alcaldes, a quienes comprendéis, asesoráis y apoyáis siempre con un objetivo común, mantener la seguridad y la convivencia en todos y cada uno de los rincones de nuestra tierra.
Para una provincia como Cuenca, con 238 municipios y una gran extensión en superficie, la labor de la Guardia Civil no es precisamente fácil. Poco se habla de lo fundamental que es para quien vive en un pueblo sentirse seguro en él y saber que cuenta con el amparo de unos agentes que le protegen y a los que poder acudir y que respondan rápidamente. En el Mundo Rural, en la España de las Oportunidades, en la Vaciada como la llaman los más agoreros, esta seguridad es uno de los factores en el que las administraciones, en concreto la Estatal, poco repara y mucho menos invierte.
Por ello, quiero aprovechar este día, de reflexión como señalaba al principio, de la Virgen del Pilar, de la Hispanidad, el de todos los españoles para reivindicar a nuestra Guardia Civil más cercana y pedir que se les dote de más medios humanos y técnicos para que puedan seguir llevando a cabo una labor fundamental en este Mundo Rural y, en concreto, en nuestra provincia de Cuenca. Poder atender y auxiliar a los conquenses cuando lo requerimos significa contar con un número de agentes acorde a las necesidades de los cientos de pueblos que tenemos, tener vehículos suficientes y adecuados, equipaciones y material actualizado y, por supuesto, unos cuarteles habitables y acondicionados, en definitiva, dignos. Todo ello es absolutamente necesario para que la Guardia Civil pueda enfrentarse, con garantías y evitar, los robos que, por ejemplo, sufren en naves y explotaciones nuestros agricultores y ganaderos o también los que se producen en inmuebles que se están construyendo o en segundas residencias con las que cuentan muchos conquenses que habitualmente viven fuera de sus pueblos. En este punto no podemos olvidarnos de la okupación ilegal, un fenómeno, por llamarlo de alguna manera que, auspiciado por algunos partidos políticos y respaldado por la inoperancia de las leyes que mantiene vigentes el actual Gobierno de España, mantiene en vilo a un gran número de conquenses, creando preocupación, inseguridad y conflictos entre quienes lo han sufrido y ante el que la Guardia Civil tiene, simple y llanamente, las manos atadas, con el deber de mantener el orden público pero sin poder actuar contra los que nos arrebatan nuestras casas.
Los municipios de Cuenca necesitan residencias de mayores, médicos, colegios, empresarios, jóvenes emprendedores, ayudas a agricultores, ganaderos, al sector de la hostelería carreteras en buen estado, conexiones a internet, autobuses, trenes, inversiones en patrimonio, planes de desarrollo y promoción turística… pero a todo ello debemos sumar la seguridad de nuestros vecinos y esto sólo lo podemos conseguir dotando a nuestra Guardia Civil de medios. Una vez más, gracias por vuestra labor impagable y por ayudarnos a poder seguir viviendo en nuestros pueblos.
Benjamín Prieto. Partido Popular de Cuenca y diputado regional