Un hermoso homenaje a Cervantes
🎁Mank, la joya en blanco y negro
Esta película es una joya: “Mank”. Pero hay que tomársela saboreando todos los detalles, a fuego lento, disfrutando de sus pliegues, afinando los sentidos sobre los matices y meandros que lleva por dentro. En el asombro de los fascinantes claroscuros del blanco y negro años 40. En la profundidad de los personajes y sus vidas, en el significado de las cosas. A bote pronto, “Mank” es una película de cine sobre el cine, el mundo del Hollywood clásico, su brillo y sus corruptelas, una historia real con personajes reales, y así debe reposarse y acceder a entrar en su juego, pero también es una mirada sobre la complejidad del corazón humano, sobre el amor y la amistad, sobre la ternura, sobre el poder, y además sobre el proceso de creación artística. Escribir, rodar, entendernos a nosotros mismos: la inteligencia del escritor en medio de una maquinaria industrial, económica y poderosa. Tengo a “Mank” en la cabeza desde que la he visto y le doy vueltas a la soberbia interpretación de Gary Oldman, a la difícil personalidad de su personaje, el guionista Herman Mankiewicz, al dolor que sufrió en su vida turbulenta y autodestructiva, y a lo extraño del mundo alrededor. El hombre es un ser solitario eternamente en busca de amor y compañía, de reconocimiento y huída de la soledad, y esta película de 2020 dirigida por un gran David Fincher es un universo que te mete dentro y te enreda en un bucle de fascinación de cine puro y grandes actores. Su padre, Jack Fincher, dejó el guion escrito veinte años atrás, y esta producción también es un homenaje a su memoria.
La trama de “Mank” en apariencia es sencilla y podría resumirse en una frase: así escribió Herman Mankiewicz el guión de “Ciudadano Kane”, la maravillosa e increíble obra maestra que en 1941 dirigió Orson Welles a los 25 años a partir de la vida y la tremenda historia del magnate de la prensa William Randolph Hearst. Asombroso retrato a fondo del hombre más poderoso del momento. O sea, cómo se fraguó una de las grandes películas de la historia del cine y cuáles fueron las claves de Xanadú y el paraíso perdido de Rosebud, los símbolos inmortales de Charles Foster Kane, el personaje que Mankiewicz arrancó a Hearst del fondo del alma y que Welles supo llevar a la cumbre. “Mank” es la recreación de este mundo de poder y esa época y ese Hollywood. Pero “Mank” es también, y sobre todo, la historia de un escritor y cómo su mundo se derrumba alrededor, y sus dolorosos esfuerzos por no sucumbir y mantener la vida en pie. Y salvarse a partir de la literatura y el cine en un mundo hostil que tal vez se le hace demasiado grande. Batalla de Don Quijote contra los molinos de viento, que también la película es un hermoso homenaje a Cervantes. Al escribir la historia real de Hearst tal vez Herman Mankiewicz, hermano mayor por cierto del director Joseph L. Mankiewicz, se estaba escribiendo a sí mismo y por esa vía encontró tanta profundidad y la mejor obra de su vida. Tal vez.
Novela negra, dura, sin concesiones, magnífica: “1280 almas”, del escritor, guionista y periodista Jim Thompson. Descarnada, directa, retrato psicológico y social de un sheriff inmoral, sin barreras, sin filtros, con un objetivo en la cabeza y todo lo que sea necesario para conseguirlo. El fotograma más directo e inquietante de la América profunda en un pueblo sureño de 1.280 habitantes sometidos a la extorsión y los caprichos de un psicópata con mando que no se para ante nada porque no tiene principios ni conoce los escrúpulos. Brutal. Jim Thompson, prolífico autor estadounidense de novelas de género desesperado, negro y policíaco, es un maestro en el retrato de perdedores, nihilistas, criminales. Uno de los grandes de la narrativa del lado oscuro. En “1280 almas” Thompson explora su corazón cinematográfico y construye una historia que se lee sola, sin parar, porque es magnética y engancha a sus páginas de forma casi adictiva. Blanco y negro de una forma de vivir. El maldito sheriff Nick Corey convierte Potts County en el territorio de impunidad de sus crímenes y sus valores primates y destroza el sueño americano con literatura de alto voltaje. Pulso narrativo de periodista, profundidad de escritor de largo alcance y pinceladas de guionista del gran cine clásico: Jim Thompson se lee de una tirada y siempre tiene algo que decirte. Tal vez de ti mismo también.
Bien podría ser la perplejidad el estado de ánimo de nuestro tiempo. El hombre perplejo. El hombre solo, que diría el gran Mingote. Solo en su mirar al mundo con asombro y alegría, pero también con la incertidumbre de no entender la realidad o tal vez haberle perdido el paso y no ser capaces de encontrarlo. Perplejidad de nosotros mismos, de lo que llevamos por dentro y por fuera, de lo grande que es el cielo y lo pequeños que nos hemos hecho a medida que hemos ido caminando por la vida. El hombre solo y perplejo ante un mar de nubes y estrellas que nos abruman por su poderoso gigantismo. Tal vez nunca hemos conocido mejor que hoy el universo y, a la vez, nos sentimos con mayores incógnitas y dudas. Solos en la inmensidad. Incertidumbres que nos vamos echando encima según recorremos la vereda. Pero esa indecisión existencial y abstracta también podemos traerla al aquí y ahora, concretarla en este tiempo y este lugar, y asombrarnos con perplejidad de la insolvencia que aqueja a nuestra vida pública, la mediocridad que ha invadido la política hasta el último rincón, la impostación y falsedad de nuestros líderes, su indisimulada voluntad de ejercer la mentira y la ocultación. Su falta de principios y su evidente ansiedad por el poder como motor de todas las cosas. Perplejidad de ver cómo nos dirigen desde el interés y el muro, la militancia y la doctrina, la ideología y nunca las ideas ni el valor sagrado de la libertad. Hombre solo, español perplejo, y la noria de emociones de la vida dando vueltas sin poder pararlo todo durante un segundo y limpiar un poco el tremedal.
LEE AQUÍ LAS ANTERIORES ENTREGAS DE "EL LADO BUENO":
Porque nosotros somos la gente
Vacuna contra el vértigo y la confusión
La elegancia del gambito de dama
La vida es sencilla para el corazón
Un saborcillo de felicidad y lucidez
¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?