Lo que pasa cuando se juega a la política pero no se hace política
Pasados unos días de las elecciones catalanas y vistos la cantidad de análisis sobre ellas, y una vez se ha sosegado el panorama, me dirán que a que viene eso de jugar a la política pero eso no es hacer política. Trataré de explicarlo.
Para empezar, los ciudadanos ya estamos hartos de engañifas, y cada vez menos nos tragamos aquello que muchos políticos hacen aprovechando la oportunidad del momento, y esa oportunidad del momento, en muchas ocasiones, es jugar con los sentimientos de las personas, y aprovechar la coyuntura para que de una manera u otra jugar a la política, porque una cosa es hacer política y otra jugar con la política o jugar a la política.
Hacer política es intentar resolver los problemas de los ciudadanos con propuestas serías, reales y ajustadas a las necesidades de un país, región, comunidad o ayuntamiento, lo otro es oportunismo, demagogia y jugar con los problemas de los ciudadanos, que también da resultado en momentos determinados, pero que al final el ciudadano, el votante, acaba descubriendo el pastel, y esto último es lo que ha ocurrido en las elecciones catalanas.
Ciudadanos, partido que nace en Cataluña y que empieza a morir allí, no ha hecho política de verdad y rigurosa (Arrimadas hizo fu como el gato y abandonó, es como dimitir de sus responsabilidades) pero no sólo en Cataluña, lo mismo ha hecho y está haciendo en el resto de España, no se sabe si va o viene, si está o no está, si tiene o no ideología, bueno sí ahí esta la foto de Colón que lo identificó perfectamente, foto que les va a perseguir hasta su desaparición, que será lo más probable. En Cataluña no han sido capaces de aprovechar el resultado que tuvieron en las elecciones de 2017, al igual que les ha pasado en el resto del país con los resultados de las generales de 28 de abril de 2019 y sus 57 diputados, en ambos casos han tirado a la basura un capital político muy importante que podría haber cambiado el rumbo del país, pero su visión cortoplacista y la animadversión hacía Pedro Sánchez, de un Rivera con poco recorrido y mucha ambición política, ha llevado a Ciudadanos donde está y lo que le espera. En ambos casos han jugado a la política, no han sido capaces, ni lo intentaron de verdad, de hacer algo para el bien de los ciudadanos, oportunidad tuvieron para ello, sobre todo a nivel nacional, pero el odio demostrado por Rivera para investir a Pedro Sánchez y poder formar parte del gobierno, abrieron el camino que están recorriendo, y es que Rivera arrastró al partido a jugar a la política, como si esta fuera una partida de cartas o de dominó, olvidando que con la fuerza que tenían podían haber puesto sobre la mesa propuestas razonables y serias para aumentar el bienestar de los ciudadanos. En Cataluña y en España jugaron a lo que no debían y perdieron, y lo peor de todo es que los ciudadanos también hayamos perdido. Ciudadanos que se dice un partido de “centro” no ha actuado como tal, lo que demuestra que es lo más parecido al PP y que de ese centrismo no tiene ni un ápice, por ello el PP acabará absorbiéndole.
Otro partido que sigue un camino que le va a llevar, ya casi lo es, a ser extraparlamentario en Cataluña, es el PP, que de seguir así le pasará lo mismo en el País Vasco, y eso para gobernar en España le puede resultar una losa ya que se necesita una representación en ambos lugares para conseguir ese objetivo, y es que al PP le ha pasado lo mismo que a Ciudadanos, tiene desorientado a sus votantes (basta con ver el juego que se ha traído Casado con su visión y participación del 1 de octubre de 2016 en el tema del procés, o la postura de Ayuso dando lecciones de cómo afrontar la pandemia con el buen tiempo que hacía en Cataluña) que no acaban de acertar a lo que juega, y que ven que la táctica de Casado no se ajusta a lo que ellos demandan, y así se ha visto hacia donde se han ido los votos que pensaba recoger de un Ciudadanos en caída libre.
El PP, un partido de gobierno se ha instalado en la radicalidad, a decir a todo que no y al todo vale, y en momentos tan difíciles como estos a jugar a derrocar al gobierno como sea y de la manera que sea, y es que hacer política desde el odio hacia una persona es jugar, no es hacer política, cuando se toma esa deriva a quien la toma no le puede ir bien y eso les está pasando a Ciudadanos y PP, que en realidad han puesto poco de su parte, si es que han puesto algo, para hacer más llevadero el tema de la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales. El PP en Cataluña tampoco ha hecho una política rigurosa con planteamientos y propuestas que dejaran sin espacio a Vox, han jugado a otra cosa y han perdido el espacio que se ha encargado de ocupar Vox.
En Cataluña ha ocurrido lo que se veía venir dado que el espacio de Ciudadanos y PP lo ha aprovechado muy bien un partido de extrema derecha al que ambos han blanqueado en lugares como Murcia, Madrid y Andalucía y de tanto blanquearle, ellos se han quedado en negro y en la oscuridad, y lo que te rondaré morena, como dice un dicho en mi tierra. Con un discurso que ha calado muy bien en ciertas capas sociales de Cataluña y que está calando a nivel nacional recoge aquello que debería haber recogido, sobre todo el PP, pero es tal la obsesión que tienen por Pedro Sánchez, que los árboles no les dejan ver el bosque.
Malos tiempos para PP y Ciudadanos, Casado y Arrimadas lo van a tener muy crudo, uno porque no va a conseguir esa unificación de la derecha, es más, le va a comer poco a poco el terreno Vox, y la otra porque a Ciudadanos le quedan dos telediarios, como se suele decir, para enfilar el camino definitivo de su desaparición, y ambas cosas considero malas para el país; necesitamos una derecha fuerte, una derecha que pueda ser alternativa en un momento determinado, porque esa es la esencia de la democracia, la alternativa en el poder, lo que no necesitamos es una ultraderecha que no sé a donde nos puede llevar.
Por último, hay que reconocer que Pedro Sánchez ha acertado con la estrategia seguida en Cataluña y que por mucho que quieran medios afines a la derecha, y otros partidos y colectivos, hoy día Pedro Sánchez es la mejor referencia que podemos tener en la política, está demostrando una capacidad en momentos tan difíciles que para si quisieran otros, y resistiendo los envites que por todas partes le llegan, al igual que le ha pasado a Illa que eran todos contra él, y ni así le han hecho perder la compostura, compostura que siempre demostró cuando era ministro de Sanidad, no entrando al trapo de insultos y otras cuestiones que ha recibido, y ahí están los resultados alcanzados, y a Pedro Sánchez le acompaña un PSOE fuerte que sabe lo que hacer.
La política no es un juego, la política es muy seria porque se trata de mejorar la vida de los ciudadanos y si no va en esa línea, al final lo paga quien no lo entienda, y Ciudadanos y PP no lo han entendido, amen de otros partidos que ahora no voy a citar que están en la misma línea, y es una pena que el PP , un partido que ha gobernado bastantes años este país y que gobierna en varias autonomías y ayuntamientos esté cayendo en la trampa, y es que a Casado, le va a pesar mucho el discurso que hizo cuando la moción de censura de Vox, ya que no le va a dar los réditos que esperaba.