Teresa Sánchez Laguna es una mujer sabia, autodidacta y luchadora que ha sabido vencer las adversidades que la vida puso en su camino con la luz de las palabras, como una vez más lo demuestra en su poemario.
Ella es una poeta singular, que aprendió a leer y escribir a contratiempo, cuando ya había pasado su niñez y pubertad. Tuvo que trabajar duro desde los 11 años, para quitar una boca más del hambre que asolaba a su familia, y como a muchas otras niñas de su tiempo, le fue negado el poder asistir a la escuela, pero su ansia de saber hizo que desentrañara y aprendiera con maestría, el poder de las palabras e hiciera de ellas un ariete de luz para atravesar las dificultades de la vida, creciendo con la fuerza de la poesía desde lo más hondo de su alma.
Teresa forma parte de los grupos poéticos de La Mancha, ha publicado en sus Antologías, sus versos sobrevuelan las plazas de nuestro territorio, son mariposas libres llenas de amor frente a las de las limitaciones humanas, recordemos que es autora de la letra del himno a Valdepeñas, de la Cantata a Gregorio Prieto o de la marcha procesional de nuestro padre Jesús Rescatado, en su III Centenario. Teresa ha sido nombrada mujer ejemplar de Valdepeñas, un merecido reconocimiento por su aportación a la cultura más genuina de su ciudad.
Su primer libro, “Búscame en el silencio”, fue editado en 2002 por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Valdepeñas. Ahora vuelve desde ese genuino SILENCIO QUE HABITA, con su último poemario, creado durante el aislamiento por la pandemia, en esos días nefastos en los que Teresa buscó sentido y la esperanza de la vida acorralada, en la luz del amor y la poesía.
En esos días negros, que todos sufrimos, Teresa encontró los versos que la alejaron de la muerte. Con ellos, voló en un bello carrusel de sueños de amor, con la intensidad de sus sentimientos más profundos. Su calor y misterio, han sido la salvación y el amparo frente a la larga noche del terrible 2020. Leer Vuela marzo por tu horizonte
Con un lenguaje cercano y lleno de romanticismo, nos acerca al universo que ha despertado el encuentro con la persona amada. En sus versos sus corazones permanecen unidos a pesar de la distancia. Teresa navega en sus ríos, vive en el oasis de sus sueños refugiándose del frio, pero no todo es alegría en sus poemas, la cruel realidad impone su ley y rompe sus alas. Su intenso amor, se vuelve un barco varado en la arena y ella canta con voz triste, la desesperación de su quimera: ¿Hasta cuándo, amor, sufriendo?
Teresa nos ofrece en su poemario “DESDE ESTE SILENCIO QUE HABITO” un bello canto de amor con sus matices y contradicciones, en sus páginas encontrarás incendios y angustias, sentimientos profundos que ha inmortalizado su gran mirada poética.
Deseo que compartas sus poemas, que revivas con ellos la fuerza salvadora del amor que hay en sus bellas palabras.
Gracias Teresa por hacernos partícipes de tus vivencias más íntimas, empáticas y universales. Gracias por llevarnos con tus alas poéticas al paraíso del amor y la poesía.
Cristina Galán Rubio