Es normal que el patio de la política nacional ande demasiado revuelto. Aclaro que no es mi plato fuerte ni mi favorito escribir de política y menos a escala nacional. Pero ciertamente viendo cómo está la situación y de la cantidad de contradicciones que se proclaman desde diversos líderes políticos y concretamente del PSOE, me aventuro a dar mi opinión. Ya sabemos la trifulca originada por la ley de amnistía que quiere aprobar el Gobierno.
Por un lado y referido a esta ley que se está preparando y su repercusión a escala nacional en varios apartados, me quedo con las palabras del secretario provincial del citado partido en Guadalajara y a la vez presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido: “El problema de Page no es Pedro Sánchez sino los que ponen permanentemente en problemas a Sánchez”.
Si me voy a la cita del secretario de Organización del PSOE en la región, el escalonero Sergio Gutiérrez -una persona muy válida en temas económicos según estoy harto de oír-, "Emiliano no está en contra de la ley de amnistía sino de los privilegios que su aplicación conllevaría entre los españoles y las desigualdades”.
Pero, ¿quiénes están ocasionando permanentemente problemas al presidente del Gobierno, sus socios no? Pues, se supone que no me debería asociar con aquellos que me complican la vida y me hacen de tragar con ruedas de molino. Es así de simple y grave el asunto. Creo que hay dos culpables. Quien plantea los problemas y también el que consiente y traga para mantenerse en el poder. Si me fijo en otras palabras de Gutiérrez, “Page no está en contra de esa ley, sino de los privilegios que ocasiona”. Ya está reconociendo que su aprobación crearía desigualdades entre los territorios, es decir, entre las personas que convivimos en esas regiones. La cosa no tiene vuelta de hoja.
Entiendo que ambos políticos pretendan defender a su presidente regional, a quien les ha puesto en el cargo y promocionado, pero sus afirmaciones son de cajón y no se las traga nadie como espontáneas. ¿De quién es la culpa entonces de que gran parte de nuestro país esté encabritada cómo está? El desabrimiento que existe hoy día en la sociedad española no la ha habido nunca desde que finalizó la dictadura y comenzó la democracia actual. Pero no cabe ninguna duda, al margen de las ideologías que cada uno tengamos, de que es Sánchez y su política de alianzas quien lo complica todo y el que tiene a muchos de sus seguidores y votantes soliviantados por no emplear otra expresión más gruesa.
Ciertamente nos va a costar mucho a la sociedad española el que todo este lío se desembrolle con cierta normalidad democrática y volver a la convivencia existente hace dos décadas, por ejemplo. Lástima que Emiliano no tenga 20 años menos, pues quiero pensar que va estando de vuelta y no añora más poder político ni personal. Y por supuesto que no necesita a nadie que lo defienda, es muy mayor, maduro y capaz de hacerlo solo, como nos demuestra casi a diario.