El Pasante EL PASANTE

La pensión de Hernández Moltó

5 mayo, 2017 00:00

Retrataba magníficamente el director Manolo Summers en su película Juguetes rotos la decadencia de aquellos personajes muy populares en otra época pero completamente olvidados e incluso reprobados en su senectud. Por el film desfilan, entre otros, celebridades como el torero Nicanor Villalta, el boxeador Paulino Uzcudun, futbolistas de renombre como Guillermo Gorostiza, o actrices deslumbrantes como Marina Torres. El largometraje, de haberse rodado en la época actual, bien podía haber incorporado a su elenco artístico con honores estelares a otro “juguete roto” del sistema, financiero y político en este caso: Juan Pedro Hernández Moltó.

El que en su época más rutilante fue consejero autonómico, admirado diputado socialista por Castilla-La Mancha, acusador implacable de banqueros de mirada vacilante, y posterior presidente de la caja de ahorro más importante de la región, acaba de ser noticia por un capítulo más de su larga carrera profesional y política. La Mesa conjunta del Congreso y del Senado ha autorizado la petición suscrita por el propio Hernández Moltó, junto a otros exparlamentarios, para recibir una pensión de 247,38 euros al mes compatible con cualquier otra renta. No consta si la solicitud ha sido motivada ante una posible penuria del peticionario, o para compensar el beneficiario la sanción económica impuesta por la Justicia, rebajada su cuantía por no acreditarse enriquecimiento personal, como condena a su lamentable trayectoria bancaria al frente de CCM.

No es el único exparlamentario en Castilla-La Mancha de legislaturas anteriores que percibirá semejante prestación. También cobrarán los populares alcarreños José María Bris (349,06 euros al mes), Francisco Tomey (362,68 euros), y el ciudadrealeño Blas Camacho (2.108 euros). Por el PSOE se beneficiará igualmente el exdiputado por Toledo Alfredo Arija (1.392 euros), un derecho ahora eliminado tanto a senadores como diputados de las últimas legislaturas.

Tras su paso por el Gobierno de Castilla-La Mancha, en cuya Administración ocupó diversos cargos, Hernández Moltó fue nombrado en su condición de ilustre y rutilante socialista de la época presidente de CCM. Una caja de ahorro de referencia en la región absolutamente saneada y con una aceptable rentabilidad hasta entonces. Una entidad que debido a la deplorable gestión del exconsejero socialista llevó hasta la quiebra y posterior intervención del Banco de España. Un arbitraje que supuso para su saneamiento un quebranto a las arcas del Estado de 9.000 millones de euros. Un deterioro motivado por el “excesivo e inadecuado riesgo contraído en las operaciones inmobiliarias realizadas”, además de otros perjuicios económicos que los gestores causaron a la caja de ahorro durante su mandato.

Un menoscabo consecuencia de los más de 1.100 millones de euros concedidos en créditos bajo la presidencia de Hernández Moltó a empresarios afines como Domingo Díaz de Mera, promotor del fallido aeropuerto de Ciudad Real y mano derecha de Luis Portillo en su desembarco en la inmobiliaria Colonial; los hermanos Antonio e Ignacio Barco Fernández, con participaciones también en la instalación aeroportuaria y en diversos medios de comunicación de Castilla-La Mancha; o Ramón Sanahuja, antiguo accionista de referencia de la inmobiliaria Metrovacesa, y Aurelio González Villarejo, otro de los empresarios de Colonial con intereses urbanísticos en Castilla-La Mancha.

Unas indebidas operaciones por las que Hernández Moltó fue juzgado y condenado junto a su mano derecha en la caja, el exdirector general Ildefonso Ortega,  por “delito societario y falsedad en documento contable”. Una trayectoria y relaciones que debieron servir al expresidente de experiencia y ejemplo para continuar especulando, en esta ocasión por cuenta propia, en el sector inmobiliario en su condición de administrador único de Tirpiz Inversiones. Una sociedad constituida en 2009 y capital social de 3.006 euros para "la compraventa de toda clase de fincas, tanto rústicas como urbanas y la explotación en arrendamiento de las mismas".

Parece haber concluido por ahora la trayectoria de otro “juguete roto” de esta sociedad, denostado y olvidado por sus propios compañeros de partido, y por algunos de los que fue su incondicional y generoso banquero. También por una comunidad, la de Castilla-la Mancha, que no olvidará jamás conducta tan ominosa en perjuicio de esta tierra, incluidos los trabajadores y clientes perjudicados por actuaciones como la del expresidente de la entidad.