Esto no es lo que era. El Día de la Región celebrado el pasado miércoles en  el Teatro-Auditorio de la ciudad de Cuenca resultó un acto apenas festejado por la ciudadanía conquense y del resto de territorios de la Comunidad, una solemnidad que pierde fervor popular cada año. Otra cita institucional rodeada de las mismas caras de siempre junto, para la ocasión, con los premiados y políticos de clases pasivas. El resto de los activos bastante tenían con estar presentes en las Cortes Generales para poder sacar o rechazar los Presupuestos Generales del Estado, pues el equilibrio parlamentario para las votaciones era milimétrico. Al final el resultado fue el que aún no se ha conseguido en esta tierra.

También hubo quién hizo contraprogramación y los chicos de UPyD -aún existe esta formación- celebraron actos alternativos en la capital conquense, los de Podemos su consejo ciudadano, e Izquierda Unida en su casa por no haber nada que solemnizar. También desde CCOO su nuevo y flamante secretario general, Paco de la Rosa, quiso  mandar el particular mensaje del sindicato con motivo de la onomástica regional. De paso, ofrecer una lección magistral de lenguaje tirando de diccionario de la RAE al hilo de la “encrucijada” en la que se encuentra, según su Gobierno regional, instalada esta región, una ignota travesía de todavía inciertas consecuencias.

Para que los ciudadanos, al menos los conquenses, recordasen la celebración del Día de la Región, al menos un grupo de bandas municipales recorrieron las calles de la ciudad interpretando lo mejor de su repertorio. Un bullicio bien escaso que en absoluto recordó el que protagonizaban hace unos años los ciudadanos de esta tierra con los presidentes Bono y Barreda como maestros de ceremonia. Desde colegios hasta jubilados desplazándose invariablemente hasta las localidades de celebración de esta conmemoración gracias a la infraestructura de transporte, gastronómica, y de festejos puestos a su disposición para algarabía de la concurrencia.

Una muestra inequívoca, la del pasado miércoles,  de la situación actual por la que atraviesa esta región y sus políticos. También de los ciudadanos, más preocupados por otras cuestiones que les afectan que de festividades de este tipo a beneficio exclusivo de inventario político y desolladuras entre sus integrantes.