Empresarios a pesar del Gobierno
Sostiene el presidente de Cecam y Fedeto, Ángel Nicolás, que los datos positivos que se proyectan sobre la economía los están propiciando las empresas, pues el Gobierno de la nación bastante tiene con sostenerse con alfileres cada día. En el discurso de clausura de la Asamblea General de la Federación Empresarial Toledana celebrada el pasado miércoles, Nicolás asegura que las instituciones públicas no han influido en absoluto en los datos de crecimiento generalizado que viene cosechando la economía española, una responsabilidad exclusiva del sector empresarial y su “efecto tractor”. Una situación, en el caso de Castilla-La Mancha, agravada por la falta de presupuestos autonómicos y una crisis cada vez más preocupante entre los partidos que sostienen su Gobierno.
Tiene razón Nicolás. El periodo por el que está atravesando esta tierra, por su indefinición, está generando preocupación e incertidumbre entre el sector empresarial de Castilla-La Mancha y, ya se sabe, semejante indecisión y zozobra es la peor enemiga de la actividad económica. Una inestabilidad que por ahora no está haciendo mella en exceso entre unos empresarios dotados de una extraordinaria capacidad de adaptación al medio incluso en situaciones harto difíciles. Un sector que está superando con solvencia el largo periodo de inestabilidad política por el que atraviesa el país. Una etapa donde, no obstante, la economía sigue manteniendo una inercia positiva evitando, de momento, cualquier posible efecto adverso.
El dinamismo económico sigue fuerte y los niveles de incertidumbre “históricamente bajos”, como así lo vienen demostrando todos los indicadores de confianza empresarial, gracias a las buenas perspectivas de crecimiento económico. De esta forma, en la medida que las pymes y los autónomos -el motor por excelencia de la economía regional y principal generador de empleo- puedan seguir manteniendo las expectativas actuales, la economía de Castilla-La Mancha seguirá progresando adecuadamente. Un territorio que, superada la crisis, ha abierto la puerta a nuevas oportunidades empresariales en distintos sectores económicos como se ha podido comprobar en los últimos meses.
Como asegura el presidente de Fedeto, cuando a las empresas, en coexistencia con los sindicatos, se las permite seguir funcionando sin grandes vaivenes y continuos cambios de normativa, el país funciona. Y si funciona, el desempleo disminuye, se reducen los costes sociales del Estado, y también aumenta la capacidad de consumo del ciudadano. Incluso a pesar del Gobierno.