Seguramente, el lector habrá advertido de inmediato en el título de la columna una enorme contradicción pues nadie en este país -supongo también en el resto- ha hecho fortuna ejerciendo el noble oficio de apicultor. Mas en este caso, el mielero ya venía rico de casa cuando se estableció como productor en un pueblito de la provincia de Cuenca. Tan acaudalado resulta el apicultor que ahora se ha convertido también en el diputado de la XIII Legislatura que más bienes ha declarado tras su incorporación a la política como número dos de Ciudadanos por la Comunidad de Madrid. Una declaración que incluye un amplio y rentable portfolio de acciones y fondos de inversión, que engloba igualmente las cinco viviendas de lujo de las que es propietario: su residencia principal en Torrelodones, otra de verano en la playa española, una finca en Cuenca y dos casas en el extranjero (una en Lisboa y otra en Nueva York).Nos referimos, en efecto, a Marcos de Quinto, alto exdirectivo de Coca Cola.
De Quinto, quizás para endulzar aún más una trayectoria vital que incluye un currículo amoroso acorde al profesional, es propietario en El Pajaroncillo, un pueblo situado en la Serranía de Cuenca, de una finca a nombre de Iniciativas Qvintvs SL, empresa agrícola 100% propiedad del exejecutivo de la multinacional de refrescos. También de una explotación apícola en las mismas instalaciones que produce pequeñas cantidades de miel de romero que comercializa en las tiendas gourmet de El Corte Inglés, además de una pequeña bodega cuyos vinos son tan sólo para disfrute propio y el de sus amigos. No obstante, a pesar de tan reducida explotación, Marcos de Quinto recibió entre 2016 y 2017 de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha 57.036,92 euros de ayudas públicas para su empresa de vino y miel. Un importe percibido cuando la facturación de la firma en esas fechas era tres veces inferior a las subvenciones, es decir, de 19.664 euros, con unas pérdidas de casi 90.000 euros.
Con una fortuna calculada en cerca de cincuenta millones de euros, De Quinto se ha convertido en el diputado que, con mucho, supera en rentas y bienes al resto de parlamentarios de la Cámara Baja en este país. No obstante, también reconoce que es el que más dinero está renunciando por estar ahí, pues no llega a la política “a forrarse”. Tan sinceras intenciones han merecido la comprensión, muy criticada, de la presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, Victoria Prego, quien asegura en un artículo publicado en El Independiente, diario del que es adjunta a la dirección, que la riqueza personal de cualquier político es la mejor garantía de honorabilidad para el desempeño de su cargo. Craso error de la veterana periodista pues casos y nombres como Iñaki Urdangarín, Rodrigo Rato o Eduardo Zaplana, entre otros, ponen en insostenible entredicho la teoría de Prego. No se puede obviar que un rico debe muchos favores y eso en política resulta muy peligroso para un ministro económico, como ya le colocaba Albert Rivera en un acto en Toledo para un hipotético gobierno en el caso de que Ciudadanos hubiera cosechado mejores resultados.