El Pasante

La viabilidad de Liberbank, según Menéndez

28 febrero, 2020 00:00

En los últimos nueve años, Liberbank ha rebajado drásticamente su cifra de empleados y sucursales en todo el país. Al término de 2019 sumaban 3.726 y 582, respectivamente. No obstante, parece que estas medidas todavía resultan insuficientes para alcanzar los niveles de rentabilidad necesaria, y el banco sigue barajando más opciones al margen del cierre de oficinas, despidos, o prejubilaciones de sus trabajadores. Actualmente, Liberbank es una las entidades más atrasadas en rentabilidad del país, junto a Bankia y Unicaja.

Al equipo de alta dirección capitaneado por Manuel Menéndez le parece ahora determinante para conseguir la “viabilidad” pretendida el personal de limpieza de la entidad bancaria. Un colectivo que el pasado mes de enero cambió de adjudicatario del servicio tomando el relevo a Acciona. Un gremio de trabajadores muy sensible y necesitado que ha visto de inmediato recortadas, algunos vía wasap, sus ya minúsculas jornadas, salarios y cotizaciones, según denuncian los sindicatos. Unas rebajas impuestas unilateralmente por los nuevos adjudicatarios del servicio (Grupo Net) a petición del banco con el fin de “contribuir a la futura viabilidad de la entidad”.

Trabajadoras y trabajadores de limpieza en situación muy precaria y difícil que en algunos casos sus nóminas mensuales apenas alcanzan los 24 euros, y que se ven obligados a trabajar para diferentes empresas con el fin de acercarse a las 40 horas semanales si quieren alcanzar un salario digno. Un colectivo que en Castilla-La Mancha afecta a 200 personas, de las 500 que trabajan en todo el país para Liberbank. Unos recortes que, según cálculos de los sindicatos, apenas supondrían un ahorro para el banco de unos 25.000 euros anuales. Una cifra realmente ridícula para alcanzar la viabilidad que la alta dirección del banco reclama ahora al colectivo laboral más sensible de la entidad.

Mientras, otros epígrafes de su balance más deficitarios y con mayores posibilidades de desarrollo y rentabilidad siguen sin ser convenientemente explotados, según cálculos recientes de los analistas de Santander. Muy mal debe encontrarse el equipo de Menéndez para focalizar parte de sus defectos en el colectivo de limpieza de la entidad bancaria en lugar de señalarse ellos mismos como los verdaderamente responsables. Un déficit en su gestión que no impide seguir repartiéndose “sueldos y dietas millonarias como precio a su nefasta labor”, según denuncian los sindicatos.