En una anterior ocasión comparé al secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Sergio Gutiérrez, con destacados protagonistas del western por su acertada puntería a la hora de enfilar a la oposición en esta tierra. Lo vuelvo a hacer ahora, a las puertas de un Congreso regional socialista que se celebrará este fin de semana en Toledo, y donde los participantes acuden calmados. En esta ocasión, aprovechando que Gutiérrez ha descargado una encuesta electoral con similar valor demoscópico de la que hace tan sólo unos días ofreció el PP en esta región. Un sondeo, el de los populares, “sacado de la chistera” y despreciado por el secretario de Organización socialista, en el que daba al PP el Gobierno de Castilla-La Mancha gracias a los votos de VOX, la desaparición de Ciudadanos, y con Podemos y semejantes en paradero desconocido.
Agitando el Congreso socialista que mañana comienza, Gutiérrez nos ofrece ahora un sondeo que dice todo lo contrario, y que confirma al PSOE su continuidad al frente del gobierno de Castilla-La Mancha. Un vaticinio, según los socialistas, gracias al mayor caudal de votos obtenidos por la desintegración de Ciudadanos, y a la perdida de sufragios del PP en beneficio de VOX en línea ascendente. Para rematar el duelo, el número dos del PSOE-CLM eleva a los altares a García-Page, define a Paco Núñez como “lastre” para el PP y pide “reflexión” a los populares de cara al futuro.
La disputa por el liderazgo político y de gobierno en Castilla-La Mancha entre PSOE y PP de cara a las próximas elecciones no ha hecho más que empezar, y así seguirá recrudeciéndose hasta su celebración. Un trayecto que dependerá finalmente de cómo les vaya a los rivales por su izquierda y su derecha. VOX no es nada sin el PP, aunque Núñez necesita la formación de Santiago Abascal, así ya lo ha reconocido, como cooperador imprescindible si pretende alcanzar el Gobierno de Castilla-La Mancha y “echar al socialismo” de la región. Una ruta en la que el Gobierno autonómico se centrará en realzar machaconamente cada dato que sea favorable, maquillar u obviar los que sean adversos e insistir en la incapacidad del PP para gobernar esta tierra.
Los populares, por su parte, tratarán de persuadir de que todo va a peor, y lo que se avanza en la región no es precisamente gracias a un Gobierno socialista que “solo trae miseria y falta de libertad”, es decir, lo de siempre en ambas formaciones. Mientras, un enorme granero de votos en juego de quienes dicen sentirse de centro, respuesta convencional, que unas veces pueden ir al PP y otras al PSOE. Una delgada frontera que se cruza con suma facilidad en Castilla-La Mancha.