El programa espía más potente del mundo, Pegasus, se ha colado inesperadamente en los terminales de decenas de políticos y activistas vinculados al movimiento independentista de este país, una circunstancia que ha soliviantado de inmediato a la clase política española. Una monitorización que al parecer también alcanza al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a su ministra de Defensa, Margarita Robles. Aunque en la relación de políticos espiados no figura el nombre de Emiliano García-Page, el presidente de Castilla-La Mancha ya ha anticipado que su celular en caso de ser investigado “va a aburrir una barbaridad”.
Tan sólo alguna estupidez, “nunca cosas gordas, al no meterme en ningún berenjenal, conspiración, ni nada por el estilo”, asegura el político que afirma llevar toda la vida “haciendo las cosas conforme a la ética y la decencia”. Una forma de gobierno siempre “comprometido con la gestión de los problemas de la gente, y no con las tonterías", sostiene el mandatario. Afirmaciones, en definitiva, políticamente correctas con las que gobernantes y oposición suelen consolarse a sí mismos, pero que en absoluto confunden a la ciudadanía de que lo suyo es una lucha pura y dura para conquistar el poder, maniobrar e intentar mantenerse.
Un populismo que afecta en uno u otro grado a todos cuantos ejercen el poder o aspiran a hacerlo, confluyentes en ese “circo nacional”, que cita García-Page, donde las continuas trifulcas como la de Pegasus contribuyen a potenciar el lamentable espectáculo que hoy nos ofrece la política en este país. Una representación que en Castilla-La Mancha se simboliza con matices bien distintos al contar con un Gobierno en mayoría que, según nos cuenta su presidente, no se mete en berenjenales, conspiraciones, ni nada por el estilo. No es de extrañar así que con semejante dechado de moralidad y ejemplares costumbres el contenido del celular de Emiliano no dé ni para cinco minutos en cualquier tertulia.
Pero no nos engañemos, la ingenuidad con la que el presidente de Castilla-La Mancha nos asegura ejerce el poder en esta tierra tiene más que ver con la formulación de los eslóganes habituales de su Gobierno, que con la realidad del ejercicio de la política y sus difusas maniobras. Aquí y en cualquier territorio.