Se aproximan los comicios municipales y autonómicos y el casting para configurar cargos y listas electorales es abundante y competitivo, pues no en vano depende el futuro profesional de tantos candidatos en liza ante unas elecciones en Castilla-La Mancha con resultado incierto. Sin embargo, no pasa desapercibida en este proceso de selección la labor de agitprop que desarrollan miembros destacados del PSOE regional acerca de la situación del desempleo en esta tierra. Incluso hasta elevar al Gobierno de la comunidad a los altares de la excelencia con motivo de la tasa de paro registrada por la región al término del pasado año, de acuerdo con los datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (INE).
Mas la exaltación parece aquí excesiva cuando esta región finalizaba el año con 13.000 parados más que en 2021, hasta los 146.600, tan sólo por detrás de Madrid (57.700 desocupados más) y Asturias (20.000), y con una tasa de desempleo del 14,38 por ciento, todavía por encima de la media nacional. Un porcentaje aún mayor en dos provincias de la región donde el sector agrario tiene un peso importante y el mercado laboral ha entrado en retroceso: Toledo (15,28% de desempleo) y Ciudad Real (20,79%), concluyen el ejercicio con una pérdida de 8.800 y 11.200 ocupados, respectivamente. Una situación que en Castilla-La Mancha se prolonga en enero a la vista de los últimos datos que hemos conocido esta semana del Ministerio de Trabajo con otra subida del número de desempleados.
No se discuten en esta tierra los logros alcanzados en Castilla-La Mancha bajo la presidencia de Emiliano García-Page, que los hay, mas vanagloriarse de la situación del desempleo en esta tierra, con una tasa crónica de desempleados, no deja de ser un insulto a la inteligencia de los castellano-manchegos. Presuman los socialistas de otros resultados pero dejen en paz al paro que, por desgracia para esta tierra, se encuentra muy lejos todavía de abandonar el furgón de cola en el que lleva anclado durante tanto tiempo. Con este y con anteriores gobiernos autonómicos.