Presidiendo José Bono el Congreso de los Diputados, al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Ángel Sebastián, se le ocurrió presentarse sin corbata, con camisa y chaqueta, en el hemiciclo de las Cortes Generales para asistir a una sesión parlamentaria. Corría el verano de 2011. Tamaña "desfachatez" para la época en el vestuario de Sebastián fue justificada por el ministro debido a la aprobación en su Ministerio de una medida para ahorrar energía en el consumo de electricidad por el aire acondicionado en esa época del año. De esta forma, se permitía a los funcionarios no llevar corbata excepto para acudir a actos oficiales. El razonamiento, sin embargo, no le sirvió al presidente de las Cortes que le interpeló: "Y si esto -un pleno extraordinario del Congreso- no es un acto oficial, ¿qué es? ¿Una reunión folclórica?". A Sebastián, respecto a su corbata, le daba igual que fuera lo uno o lo otro, pero no al presidente de las Cortes, que siguió en sus trece. No convencido con las razones que le ofreció su colega de partido, al final Bono optó por regalarle una corbata para sesiones sucesivas.
Sin corbata mediante en este caso, otro problema con la guardarropía de sus señorías ha ocurrido recientemente en Castilla-La Mancha. Con las Cortes como escenario del desfile, hasta el salón de sesiones del Parlamento autonómico se presentaron la pasada semana los cuatro diputados del grupo parlamentario VOX hechos unos adefesios. Ataviados con camisetas donde podía verse el logotipo de la Agenda 2030 tachado con una aspa, la forma de mostrar su rechazo a este planteamiento de las políticas de desarrollo sostenible.
Como Bono hizo en su día con el ministro Sebastián, también el presidente de las Cortes autonómicas, Pablo Bellido, interpeló de inmediato a los cuatro parlamentarios de VOX, por el remiendo con el que se presentaron al recinto institucional, recordándoles la prohibición del uso de este tipo de indumentarias. Un espantajo con alusiones a cuestiones que pueden "afectar a la dignidad de las instituciones" u otras de carácter reivindicativo. Ante la reprimenda del presidente de la Cámara, el diputado de VOX encargado de tomar la palabra en el estrado optó finalmente por cubrirse con una chaqueta. No consta, como hizo Bono con Sebastián, si la prenda fue un regalo de Bellido o el parlamentario ya la traía de casa.
No es la primera vez que Santiago Abascal, presidente nacional de la formación que representan los cuatro diputados en camiseta, hace referencia en las Cortes Generales acerca de la vestimenta de los parlamentarios- "¿No creen ustedes que sería conveniente vestirse correctamente y no faltar al decoro de esta institución?", sostiene a veces el líder de VOX ante la apariencia de determinados diputados en la Carrera de San Jerónimo. Yendo más allá: "No digo que vayan ustedes a alquilar un esmoquin como los que alquilan para las fiestas del cine o los que lucen en las fiestas de Ramsés, pero hagan el favor de observar a los ujieres, policías, camareros y taquígrafas, que vienen dignamente uniformados". En efecto, mas parece que una parte de la representación institucional de VOX en Castilla-La Mancha prefiere vestirse de fantoche como la mejor forma de hacer notar su anodina presencia en las Cortes autonómicas. Una guisa que de extenderse por el Convento de Gilitos corre el riesgo de convertir a sus señorías en hombres anuncio recorriendo sus dependencias ante la estupefacción general y la de su presidente poniendo orden en la sala.