Gálvez es un municipio de la comarca de los Montes de Toledo que se encuentra a solo 30 minutos en coche de la capital de Castilla-La Mancha y, para el PP, es uno de sus bastiones en la provincia. Allí lleva gobernando Manuel Fernández desde 1995, nada menos que 22 años, habiendo sido votado mayoritariamente por sus 3.000 vecinos durante seis elecciones consecutivas. 

Además, Fernández puede presumir de otro récord del que pocos alcaldes castellano-manchegos pueden hacer gala. Este lunes, el Ayuntamiento anunciaba que va a congelar por quinto año consecutivo los impuestos municipales. El regidor galveño, mediante un comunicado, recordaba también que "el IBI lo tenemos al mínimo y no existe el impuesto de Plusvalías en Gálvez, medidas que permiten apoyar al vecino, a todos por igual”.

La gestión de Manuel Fernández ha permitido también que el Ayuntamiento de Gálvez haya cerrado el ejercicio económico del 2016 con un superávit de 335.000 euros, una cantidad "que va a permitir poner en marcha importantes proyectos de aquí a finales de año”. Entre ellos, la construcción del comedor escolar del colegio San Juan de la Cruz "aún sin ser competencia municipal y sí de la Junta de Comunidades”, que sí se encargará del mobiliario, la gestión de la comida y el personal.

Por otra parte, el Ayuntamiento está renovando el pavimento y el acerado de numerosas calles de Gálvez, en septiembre se pondrán en marcha los nuevos servicios energéticos y suministro de biomasa para el colegio y las instalaciones deportivas y ese mismo mes se licitará el cambio de luces de todo el pueblo.