¿Qué anuncio de la ministra Tejerina es una gran esperanza para Castilla-La Mancha?
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha realizado una visita este lunes a la planta desalinizadora de Torrevieja, en Alicante, una infraestructura “especialmente necesaria -según ha indicado- en estos cinco años de sequía en el levante español” y que incrementará su capacidad de desalinización hasta los 120 hectómetros cúbicos al año, con una nueva inversión de 45 millones de euros. Este proyecto de ampliación de esta importante desalinizadora, junto a la puesta en marcha de otras instalaciones de este tipo, supone una esperanza para un posible cierre definitivo del trasvase, como tanto anhela Castilla-La Mancha.
La ministra ha recordado que la desalinizadora de Torrevieja surge de la fusión de dos desaladoras contempladas en el Plan Hidrológico Nacional, aprobado en el año 2001, pero que “no funcionaba cuando llegamos al gobierno”. “La cogimos sin terminar, la terminamos, y trataremos de avanzar lo más rápido posible para entregarla con 120 hectómetros cúbicos de capacidad”, ha indicado.
La planta, que tras ser finalizada, funciona a 40 hectómetros cúbicos de capacidad, actualmente está en proceso de duplicar su capacidad. Unas obras “necesarias y costosas”, que ha visitado, y que finalizarán en el mes de junio o julio tras trabajar Red Eléctrica Española “a tres turnos, para tratar de acortar lo máximo posible los plazos”.
De manera paralela, el Ministerio desarrolla también el proyecto de futura ampliación para triplicar la capacidad de la desalinizadora y así “en circunstancias de especial sequía, poder garantizar el abastecimiento de la población, que es siempre la prioridad, y también complementar las dotaciones a los regadíos”, según ha indicado la ministra.
400 millones de euros de inversión
La actuación en Torrevieja, en palabras de la ministra, es solo una “de las muchas que el Gobierno ha emprendido para garantizar el agua al regadío de todo el levante”. Ha destacado la inversión de, aproximadamente, 400 millones de euros para apoyar a los agricultores, que “con una de las sequías más largas que hemos conocido, han podido incrementar su renta agraria, la producción y las exportaciones”.
Entre las actuaciones realizadas en los últimos años, ha destacado las obras de emergencia y aperturas de pozos realizadas, la mejora de las canalizaciones, conexión de las desaladoras con los usuarios, el apoyo al agua desaladada o las exenciones de pago de los regantes a los confederaciones hidrográficas como las más destacadas. “Los regantes saben que sin un Gobierno que apuesta por el medio rural, por la agricultura competitiva, esto hubiera sido imposible”, ha concluido la ministra.