La alimentación española ha encontrado en el exterior la salida a la pasada crisis económica, duplicando sus exportaciones desde los 16.000 millones en 2009 hasta los 30.652 millones del año 2017, cuando las ventas internacionales del sector crecieron un 9 por ciento, según datos de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). En estos ocho años, las exportaciones no han parado de crecer, una tendencia que podría acabarse en el recién concluido 2018, según fuentes del sector, debido a la incertidumbre generadas por el Brexit- el cuarto mercado del sector, con compras por cerca de 2.000 millones de euros- y a los aranceles a determinados productos, como la aceituna de mesa, impuesto por EEUU- el sexto destino, con más de 1.500 millones-.
Dentro de este grupo de empresas agroalimentarias españolas que ya venden una parte importante de su producción en los mercados internacionales figuran tres de Castilla-La Mancha: Félix Solís, Tello y Delaviuda. La empresa vitivinícola, según datos de la FIAB, facturó en 2017 un total de 300 millones de euros, de los 183, un 61 por ciento, procedían de ventas al exterior. Por su parte, de los 158 millones facturados por la firma cárnica de Totanés (Toledo), Tello, 44 procedían de las exportaciones, un 28 por ciento. Por último, la empresa de alimentación de Sonseca (Toledo), Delaviuda, tuvo una facturación total en 2017 de 118 millones de euros, de los que más de la mitad (61 millones) eran procedentes del exterior.
También, estas empresas castellano-manchegas ya cuentan con una importante estructura internacional y sus productos pueden también encontrarse en grandes cadenas de alimentación y grupos de distribución mundiales. Los productos de Tello, Félix Solís y Delaviuda se venden y distribuyen a través de Walmart, Tesco, Lidl, Costco, y Alibaba, entre otros.