Banco Santander ha planteado que el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha puesto en marcha alcance a 113 trabajadores en Castilla-La Mancha, donde pretende el cierre de 61 oficinas, algo más de un tercio de las actuales, según datos provisionales que manejan fuentes sindicales.
Castilla-La Mancha, de confirmarse estos datos, será la tercera comunidad más afectada con esta reestructuración, por detrás de Navarra, donde cerrará el 42 por ciento de la red de oficinas, y La Rioja, cuya red pasará de 30 a 11 sucursales.
Un ajuste cuya ejecución va a iniciar Santander España en septiembre y que supondrá el cierre progresivo de 1.150 sucursales en todo el país para reducir el solapamiento por la integración de Banco Popular.
Este proceso de ajuste es el más significativo realizado por Santander durante la crisis. Acompaña al ERE firmado por la dirección con los sindicatos el pasado 17 de junio, que afectará a 3.223 empleados, casi un 10 por ciento de la plantilla. Se pretenden cubrir estas bajas íntegramente con prejubilaciones y bajas incentivadas.
Un ERE con unas condiciones más favorables que en otras entidades competidoras. Los empleados mayores de 59 años pueden prejubilarse con hasta el 80 por ciento del sueldo pensionable. El plazo para inscribirse ya concluyó para los trabajadores de Servicios Centrales y Centro Corporativo. Para la plantilla que trabaja en la red comercial, que son el grueso de los afectados, el plazo para adherirse concluye el 15 de noviembre.