¿Quién de la región en el nuevo gobierno nacional tiene enfilados a los empresarios?
El nuevo gobierno de Pedro Sánchez está dando que hablar, como no puede ser de otra forma. Los ministros y altos cargos procedentes de Podemos parecen estar llamados a jugar un importante papel mediático, sobre todo los más radicales y los que no sean capaces de adaptarse a la línea del partido en el poder. Uno de esos altos cargos que promete dar juego es el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha Joaquín Pérez Rey, nuevo secretario de Estado de Trabajo a las órdenes de la ministra del ramo, Yolanda Díaz.
Tal como ha recordado estos días un medio nacional, la ministra ya tiene claro que será complicado derogar la reforma laboral de 2012, de tal forma que ha empezado a repetir que el objetivo inicial será replegar sus "aspectos más lesivos", tal como venía defendiendo últimamente el PSOE para justificar el mantenimiento de la reforma del PP durante el tiempo que ya llevan gobernando los socialistas.
Pero Díaz no renuncia a tomar medidas contundentes en otros campos. Por ejemplo en el área de la Inspección de Trabajo, donde ha nombrado como director a un diputado de Podemos.
Una de las preocupaciones en círculos económicos es que Díaz haya elegido como su número dos a Joaquín Pérez Rey, el profesor universitario cercano a Podemos que tiene una estrecha relación con los sindicatos. Su nombramiento como Secretario de Estado de Trabajo le obliga a abandonar la Universidad de Castilla-La Mancha, donde ejercía hasta ahora como profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
Recuerda Libertad Digital que la figura de Pérez Rey estuvo presente en un grupo de trabajo nombrado por el gobierno popular de Mariano Rajoy, encargándose de explorar las consecuencias para las empresas y los trabajadores de nuestro país de los distintos dictámenes emitidos en materia laboral por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Su nuevo cargo le convierte en el interlocutor clave de los agentes sociales: sindicatos y patronal. En la pasada legislatura, tales relaciones vivieron dos grandes puntos de fricción: la subida del salario mínimo, que aumentó un 22% entre 2018 y 2019, y la implantación del control de horarios, de gran complejidad organizativa y logística. El citado diario digital considera que “Pérez Rey no pondrá fácil el trato con los empresarios, a quienes califica como `una apisonadora de derechos´".
En sus artículos, insiste LD, Pérez Rey ha criticado la "mochila austriaca" que defiende el PSOE ("los socialistas insisten en su giro hacia posiciones conservadores") y ha sido especialmente duro en su rechazo de la reforma laboral ("seguimos teniendo el marco institucional de degradación de derechos que fue impuesto de manera excepcional y violenta en las reformas de 2010-2012").