El portero y ahora comentarista deportivo Santiago Cañizares nació en Madrid en 1969, aunque es oriundo de Puertollano (Ciudad Real), de donde sus padres son originarios.
Mayte García y Santiago Cañizares anunciaron su separación el pasado verano, después de 13 años de matrimonio. Y lo hicieron desde la cordialidad y el respeto, tal y como la exmodelo ha afimrado en su última entrevista a la revista ¡Hola!
Mayte habló con el citado medio sobre cómo es su actual relación con su exmarido, así como de la pérdida de su hijo Santi en 2018 y de otros temas personales.
Ha contado que la separación no fue sencilla: "Ningún divorcio es fácil y menos después de haber compartido tantos años juntos y tantas vivencias. Pero cada separación es diferente y, en nuestro caso, hemos sido humildes y hemos sabido cuidar la parte emocional, intentando no hacernos daño".
Sobre el motivo de la ruptura, la ex de Cañizares conmfiesa que anhelaba ser realmente feliz. "He aprendido que la felicidad son momentos. Y era precisamente yo la que no estaba siéndo y estaba faltando a la promesa que le hice a mi hijo: ser feliz cada día. Necesitaba frenar y cuidarme emocionalmente".
"Creo que cuando un matrimonio se separa, no hay un único culpable. En nuestro caso, siempre ha habido mucha comunicación, cariño y respeto. Pero cuando te pasan cosas irreparables, como es la pérdida de un hijo, evolucionas a pasos agigantados y priorizas cosas a las que antes no les dabas importancia. Y otras a las que les dabas mucha importancia y ahora son insignificantes", ha explicado.
Mayte García desvela que el matrimonio estaba cada vez más desgastado: "Cada uno estaba tomando caminos diferentes que nos hacían sentir más felices, pero como matrimonio estábamos cada vez más alejados. Y creo que eso hay que respetarlo". "Ya hemos perdido mucho y hay que ser humildes y aceptar que, si ya no éramos el matrimonio idílico que habíamos conseguido ser, podríamos seguir siendo unos padres maravillosos para nuestras hijas y apoyarnos el uno en el otro, como siempre lo hemos hecho".
Sus hijas agradecen el cariño y el apoyo que reciben por parte de sus progenitores. "Después de todo lo que les ha tocado vivir, están en otro nivel. Son auténticas luchadoras. Me emociono solo de pensar en ellas. Se lo han tomado bien. Ellas han vivido separaciones traumáticas cercanas a la familia y lo único que nos pidieron es que siguiéramos llevándonos igual de bien que hasta ahora y que pudieran sentir que tenían una familia unida", expresa García con muchjo orgullo.