España ha sido el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida durante los años 2013, 2014 y 2015. En 2018 bajamos al segundo puesto, por detrás de Suiza, y en 2019 continuamos segundos, aunque esta vez por debajo de Liechtenstein. Sin embargo en 2020, con la llega de la pandemia, la esperanza de vida cayó y con ello nuestro puesto en la lista europea, quedando en quinto lugar. Este fenómeno demuestra que el COVID sí que ha causado estragos en la esperanza de vida media de nuestro país, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Álava, con una media de 83,61 es la región donde sus habitantes tienden a permanecer en vida un mayor número de años. Le siguen A Coruña (83,46) y Baleares (83,44). De cerca les siguen también dos zonas del norte como son Pontevedra (83,39) y Navarra (83,35), así que puede que las menores temperaturas sean finalmente una evidencia de longevidad. Por el contrario, las provincias con menor esperanza de vida fueron en 2020 Melilla (78,9 años), Ceuta (79,27), Ciudad Real (80,33) y Cuenca (80,79). En el resto de las provincias de Castilla-La Mancha, la esperanza de vida fue de 81,56 años en Toledo, Albacete (81,37), y Guadalajara (82,29).
Comparando los años 2019 y 2020, el año de la llegada del COVID, se observa un claro descenso en la edad máxima de vida en la mayoría de las provincias. Santa Cruz de Tenerife y A Coruña son las únicas provincias en las que no se reduce la esperanza de vida de un año para otro. De hecho, aumenta en 0,10 años. En el resto de las provincias, la cifra baja, sobre todo en Segovia, donde cae 3 años, Cuenca y Madrid, con 2 años menos. En total, la edad media de esperanza de vida baja a nivel nacional 1,1 años del 2019 al 2020.
En cuanto al sexo, la esperanza de vida es mayor en mujeres, tanto en el 2019 como en el 20, situándose en una media de 85 años, cinco años más que en el caso de los hombres. De un año para otro, ambas cifras cayeron, de 81 a 80 en el caso de los hombres y de 86 a 85 en el caso de las mujeres.