La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Castilla-La Mancha exige reforzar las plantillas de la Agencia Estatal de Administración Tributaria para trabajar en la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, aspectos clave para la financiación de los servicios públicos.
En la comunidad autónoma, la Agencia Tributaria cuenta con 882 trabajadores, una cifra que, tal como denuncia CSIF, debe aumentar. Al incrementar el número de trabajadores dedicados a la recién comenzada campaña de la renta 2022, disminuye en gran medida el personal destinado a combatir el fraude fiscal y la economía sumergida.
Efectivos que tienen como tarea principal la lucha contra el fraude pasan ahora a formar parte del soporte de atención al público asignado para informar, revisar y tramitar las declaraciones de la renta. "Este organismo tiene un déficit de personal de unos 5.000 empleados/as a nivel nacional respecto a la media de las principales economías de nuestro entorno", asegura el sindicato de funcionarios.
Para CSIF es fundamental la creación de la Policía Fiscal, cuyo embrión se encuentra en el actual Servicio de Vigilancia Aduanera, dentro de la AEAT. Esta división contribuiría a mejorar la eficacia contra el fraude y el dinero negro que merma de forma considerable la financiación de los servicios públicos.
Tras las recientes negociaciones con la Agencia Tributaria, se ha fijado un calendario hasta finales de julio por el que se comprometen a actualizar y reactivar el acuerdo de la carrera administrativa. Entre las reivindicaciones de CSIF destaca una subida salarial, carrera profesional, movilidad o jubilación parcial anticipada.