El ombligo y la independencia
Sabíamos que el lío de Cataluña no iba traer nada bueno, que la situación política, la inseguridad jurídica , el conflicto social y el oscuro horizonte penal y judicial de los golpistas del 1-0 , terminarían por pasar factura a las cosas cotidianas, esas que por ser menos mediáticas se comentan menos aunque son muy importantes.
El periódico El Mundo publicaba días atrás una noticia en la que, bajo el título “Por qué los mejores MIR no quieren plaza en Cataluña”, comentaban que esa comunidad autónoma ha pasado de ser la segunda más deseada por los médicos recién salidos de la universidad a la sexta, por detrás de Madrid, País Vasco, Comunidad Valenciana, Aragón o Valencia. Este año se han ofertado un total de 6.513 plazas de residentes para toda España y si normalmente la noticia suele ser cuáles son las especialidades más reclamadas en esta ocasión la sorpresa ha sido la caída en preferencia de Cataluña, que está tardando más que en 2017 en cubrir las plazas que oferta.
“Lo primero que se supo fue el destino de los 10 primeros, correspondientes a las mejores notas del MIR. Sobre ellos se posaron las miradas de sus universidades, de las academias que les han preparado para el examen y de los principales hospitales de especialidades españoles. Sólo uno de los candidatos, el lucense Miguel Villamarín Melio, número dos, decidió marcharse a Barcelona. Concretamente, al Hospital Vall d'Hebron. Cumplió así con lo que había declarado a la prensa local cuando se supo que había sido el segundo mejor del MIR: quería una especialidad no quirúrgica y salir de casa.
Villamarín ha sido el único del top ten que ha optado por Barcelona, que este año sólo ha sido el destino de dos de los 25 con mejor nota. "En 2016 y 2017 lo había sido de cinco”, se podía leer en la prensa. El dato podría ser sólo una curiosidad y quedarse en una anécdota si no fuera por lo que esconde, y porque al final lo que están logrando los independentistas -incapaces de formar gobierno y dar una salida al asunto eligiendo a un candidato libre de mochilas judiciales- es que el talento huya a otros lugares de España y se descapitalice una de las zonas históricamente de referencia para la innovación en nuestro país.
Que los políticos habitualmente se miran más a su pequeño ombligo partidista que a las necesidades de los ciudadanos es una tónica habitual, pero que se alejen completamente de lo que piensan quienes les han votado es un síntoma evidente de que las cosas no funcionan.
Si de muestra vale un botón según los datos del CIS postelectoral de Cataluña, que se acaba de conocer, a los catalanes les preocupaban mucho más las políticas relativas al paro, la economía y la sanidad que el autogobierno. En concreto, el 43% de los encuestados asegura que el desempleo constituía su primera o segunda preocupación, frente al 26,1% que insistía en la cuestión de la independencia. En cuanto a la economía y la sanidad, el 37,7% y el 34,1% respectivamente, reconocía considerarlas las políticas prioritarias.
Tampoco la lengua catalana constituía una inquietud: solo el 3,6 por ciento de los encuestados reconocen situarlo en primer o segundo lugar. “Unas conclusiones que chocan estando en pleno 'procés' y con la prioridad que se dio en la campaña electoral a la independencia de Cataluña. Los encuestados para este sondeo, elaborado entre el 28 de diciembre y el 25 de enero, aseguran que la cuestión del secesionismo acaparó los debates electorales pese a que las inquietudes de la mayoría iban en otra dirección", insistían en señalar casi todos los medios de comunicación.
¿ Que lectura se puede sacar de esto? Pues ni más ni menos que mientras los políticos van a lo suyo, con las cosas de comer no se debe jugar y , en definitiva, si sus intereses se sitúan por encima del de sus representados al final serán ellos quienes terminen por echarles.
Y mientras tanto Puigdemont sigue a los suyo porque no tiene nada que perder. Como alguna vez he comentado, sabe que tarde o temprano irá a la cárcel , como sabe que España es un Estado de Derecho y una democracia consolidada donde existe la separación de poderes, pero está ganando tiempo. Quienes s tienen mucho que perder son los catalanes atrapados en una parálisis política que ya está pasando una importante factura económica . No sólo ha caído el turismo de forma alarmante sino también la creación de empleo y mientras no haya estabilidad política las cosas irán a peor. No sólo son los médicos más brillantes los que no quieran ir sino que se están perdiendo importantes oportunidades en todos los campos. Un pintor amigo mío me comentaba el otro día, tras haber expuesto en New York, que varios de sus compañeros habían declinado ofertas de galerías ubicadas en Barcelona y optado por otros lugares de Europa. ¡Qué triste realidad!