Un conocido periodista considera a Cospedal una “aspirante de armas tomar”
El debate sobre la hipotética sucesión de Rajoy sigue vivo en todos los medios de comunicación, sobre todo en estas últimas fechas, en las que el paréntesis de la Semana Santa ha rebajado la tensión informativa. Rubén Amón, periodista de El País y tertuliano de Carlos Alsina en Onda Cero, ha puesto su grano de arena en este debate con varios artículos en el diario de Prisa en los que dibuja el perfil de los dirigentes del PP que están en las quinielas de la sucesión.
Dice Amón que “la caída del PP en las encuestas y el auge imparable de Ciudadanos, sondeo tras sondeo, están causando alarma en el seno del partido, que ve con inquietud cómo los casos de corrupción y la crisis catalana están provocando un desgaste de la figura presidencial”. Y pese a todo, Rajoy cuenta con la lealtad de sus posibles sucesores, que serían los siguientes: la presidenta del Congreso, Ana Pastor; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o su homóloga de Madrid, Cristina Cifuentes.
Llama la atención el perfil que Amón ha hecho de Cospedal, (en la imagen de arriba, esta Semana Santa en una de las procesiones de Málaga) a la que considera en el titular una “aspirante de armas tomar”. Entre otras cosas, dice literalmente lo siguiente:
"Más que una gaviota o un charrán (…), a la bandera del PP podría darle vuelo el águila bicéfala de Albania. Dos cabezas que comparten el fondo rojo de la sangre pero que no se miran entre sí, quizá para evitar el fratricidio al que parecen decantadas Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. (…) Y no son dos personalidades que ambicionan legítimamente el despacho oval de Moncloa, sino también la expresión de corrientes, de bandos, de secciones... (…) Corresponde a la pericia anestésica de Rajoy el trabajo de administrar las aspiraciones de su corral, pero es cierto que la formación del último gobierno revitalizó la salud sucesoria de María Dolores de Cospedal (Madrid, 1965). Se le respetaba el cargo orgánico del PP (…). Y se le colocaban por añadidura los entorchados de ministra de Defensa, bastante propicio a la construcción de una imagen intachable porque la tutela de la patria, las misiones humanitarias y las arengas a la tropa, establecen una distancia con el fango de los debates acuciantes. Es un reconocimiento del marianismo a los años de sacrificio y una manera de resucitarla. (…) El repunte electoral del PP en los comicios del junio de 2015 demostraba que los populares habían amortiguado las corruptelas y que Cospedal tanto había resistido en la hostilidad de su puesto como había sobrevivido a los arreones de la vicepresidenta del Gobierno. (…) Nunca va a confesar públicamente Cospedal que Soraya hubiera dispuesto u ordenado investigar a su marido, pero es cierto que Ignacio López del Hierro había adquirido un `interés especial´ a cuenta de su papel de consejero en la Caja de Castilla La Mancha y de otras actividades empresariales relacionadas con la construcción, la energía, la banca y hasta la retroescena de la trama Gürtel. Los tribunales no han acreditado anomalía ni delito alguno pese a las feroces acusaciones de El Bigotes en la comisión parlamentaria —(…), pero la mera especulación dio brillo a los ojos del águila”.
El mismo día, Lucía Méndez en El Mundo publicaba algo distinto sobre la hipotética rivalidad Cospedal-Sáenz de Santamaría: "Los hablantes anónimos gastan mucho tiempo en chismes sobre la rivalidad entre María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría. Aunque los más avezados creen que es pólvora en salvas porque ninguna de las dos es una aspirante a liderar el PP". Por contra: "La coherencia es lo que sitúa a Alberto Núñez Feijóo en el centro de todas las habladurías sobre el futuro del PP", y por si acaso “el protagonista dosifica sus apariciones, no vaya a ser que el fuego amigo lo ponga en la diana".