La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha aprobado con algunas condiciones la compra de Funespaña, empresa de servicios del grupo Mapfre, por parte de Santalucía. La operación da lugar al solapamiento de las partes en los municipios de Valdepeñas (Ciudad Real) y Bilbao y a la sustitución de Funespaña en muchos municipios. Por ello, se prevé que la empresa resultante facilite la entrada de un competidor en el municipio de Valdepeñas, para evitar la situación de monopolio.
Así, la entidad resultante se convertirá en monopolista en los mercados mayoristas de tanatorio en 157 municipios; de crematorio en 35, y de cementerio en 14, en todo el territorio del Estado. Además, tendrá con cuotas elevadas en los mercados mayoristas de tanatorio en 217 municipios, de crematorio en 51 y de cementerio en 14. En el caso de Castilla-La Mancha, esta operación afectará, además de a Valdepeñas, a otros pueblos de Ciudad Real donde Funespaña presta sus servicios de tanatorio y/o crematorio. Son los casos de Terrinches, El Viso, Torrenueva, Puebla del Príncipe, Castellar de Santiago y Calzada de Calatrava.
Tras un largo análisis de la operación en dos fases para determinar su efecto en el sector funerario y en los seguros de decesos, la CNMC ha autorizado la compra de “casi todos los activos de Funespaña” por parte de Santalucía, aunque Mapfre tendrá que renunciar a quedarse con un 25 % de la sociedad resultante “para evitar situaciones que refuercen su posición en el mercado”.
En cuanto a los servicios funerarios, la CNMC considera que, con esta operación, se solapan horizontalmente las actividades de Alvia, la funeraria de Santalucía, con las de Funespaña y con “un conjunto de empresas de servicios funerarios en las que ambas entidades tenían participaciones minoritarias”.
Por ello, la CNMC cree que la sociedad tendrá “incentivo y capacidad para dificultar el acceso, endurecer las condiciones comerciales y/o deteriorar la calidad de los servicios prestados por la falta de competencia en estos municipios”.
El resultado de la operación, en caso de llevarse a cabo con las condiciones establecidas por la CNMC, sería un grupo líder en el mercado funerario español que, indican las partes, “contribuiría a seguir creando valor para sus clientes, el sector y el mercado en general, con capilaridad directa e indirecta en el 100% del territorio y uno de los principales actores del mercado europeo que prestaría más de 70.000 servicios funerarios”.