La historia de Solimat -Soliss Mutualidad Provincial de Seguros Sociales hasta mediados de los años 90- se remonta a 1933 cuando un grupo de empresarios de la ciudad de Toledo liderado por el maestro artesano Julio Pascual -considerado el mejor artista español de la forja del siglo XX- deciden su constitución. Propietarios de pequeñas industrias, explotaciones agrícolas, y comercios comprometidos con la seguridad de sus trabajadores ante posibles accidentes laborales con consecuencias de incapacidad o muerte. Empresarios toledanos, en definitiva, que daban de esta forma respuesta a la Ley de Accidentes de Trabajo, al instaurar por primera vez la responsabilidad objetiva del patrón, obligándole a indemnizar a los trabajadores accidentados, con independencia de la existencia de culpa empresarial.

A partir de la publicación de la Ley, en 1900 comienzan a constituirse en España las primeras mutuas, a las que se las confieren el carácter de entidades aceptadas como aseguradoras del riesgo de accidente de trabajo, junto con las tradicionales sociedades mercantiles de seguros. Fue así cuando en abril de 1933 nace Soliss Mutualidad Provincial en un pequeño local en la calle Trinidad, de Toledo, para posteriormente, tras sucesivos traslados por otros domicilios en la ciudad, acabar en su actual sede social de la calle Berna.

El despegue definitivo de Solimat se produjo en la década de los 90 con la absorción de pequeñas mutuas de carácter local y sectorial de otras regiones. Una proyección que también le sirvió para expandirse al resto de provincias de Castilla-La Mancha, además de a otros territorios, gracias igualmente a su integración en 2019 en una de las dos grandes plataformas constituidas por el sector de las mutuas de trabajo junto a Mutua Universal, Intercomarcal y Fremap. Una participación que permite a Solimat contar para su población protegida con una amplia red asistencial a nivel nacional, tan necesaria para dar cobertura a los 150.000 trabajadores, 12.000 empresas asociadas y 20.000 autónomos adheridos en la actualidad a la única mutualidad con sede en Castilla-La Mancha.

Una organización en permanente expansión gracias al talento de una plantilla de 200 trabajadores, 11 centros propios en Castilla-La Mancha, Madrid y Ávila, además de la gestión en Toledo del único hospital laboral en la región. Presidida por Humberto Carrasco, Solimat está gobernada por una junta directiva compuesta por representantes de diferentes empresas asociadas y organismos públicos, con Ángel Nicolás como director gerente. Un tándem de éxito que este año conmemora el 91 aniversario de su fundación, evidenciando en su progresiva longevidad el excelente estado de salud de la compañía. Una vitalidad y solidez constatadas, junto a un persistente plan de acciones solidarias entre la población en la que se ubica. Unas capacidades que pueden y deben proyectarse durante más etapas en la historia de Solimat, que es también la de Castilla-La Mancha y de sus ciudadanos.