Así se protegerá Castilla-La Mancha ante "situaciones de grave riesgo colectivo"
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado la renovación para los próximos cuatro años de su Plan Territorial de Emergencias (Platecam), que es el marco operativo con el que cuenta la Comunidad Autónoma para hacer frente a las situaciones de grave riesgo colectivo, calamidad pública o catástrofe que puedan surgir en la región y que tiene como principal objetivo evitar o minimizar la pérdida de vidas humanas y de bienes materiales.
Así lo publica este lunes el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, en el que se indica también la aprobación de diversos planes especiales de Emergencia Exterior como el del Complejo Petroquímico de Puertollano, el de la Compañía Logística de Hidrocarburos S.A. en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y el de Cepsa Gas Licuado de su establecimiento en Cebolla (Toledo), según ha informado la Junta en una nota de prensa.
Desde su aprobación en diciembre de 2005, el Platecam asumió, de forma expresa, naturaleza de Plan Director, convirtiéndose así en el referente e impulsor del sistema de planificación de protección civil de ámbito autonómico frente a los riesgos presentes en la región. Por lo tanto, en base al mismo se han ido elaborando los diferentes planes en la materia, tanto especiales como específicos, con los que cuenta actualmente la región.
Vigencia de tres años
Estos tres planes tendrán un plazo de vigencia de tres años, teniendo que volverse a revisar pasado este periodo, uno menos de los que pasarán para revisar el Platecam, a través del cual se aprueban medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas.
Así, este plan determina que, para los establecimientos que en sus procesos productivos utilicen determinadas cantidades de las sustancias que se enumeran en dicho texto, debido al riesgo intrínseco existente, los órganos competentes de las comunidades autónomas, con la colaboración de los industriales, tienen la obligación de elaborar un plan de emergencia exterior para prevenir y, en su caso, mitigar las consecuencias de los posibles accidentes graves previamente analizados, clasificados y evaluados.