Regresan lo diez aviones que partieron de Castilla-La Mancha para luchar contra el fuego en Portugal

Los dos aviones y diez efectivos de Castilla-La Mancha que han participado en la extinción de los incendios forestales registrados en los últimos días en Portugal han regresado a sus bases.

Así lo ha dado a conocer este martes el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, a través de su cuenta personal en la red social Twitter, en la que ha felicitado a estos efectivos, que fueron activados el pasado día 14.

Martínez Arroyo ha resaltado que estos medios vuelven después de haber cumplido "con éxito" la misión que les había sido encomendada dentro del proyecto Firegrus, diseñado por la Unión Europea para dar una mayor respuesta de capacidad aérea en caso de emergencia en cualquier país de la Unión Europea.

Segunda misión

Ésta es la segunda misión en pocos meses en la que han participado los dos aviones AT 802F que forman parte de este programa y que también tuvieron que actuar el pasado mes de junio en otra serie de incendios que afectaron al país luso.

El proyecto Firegrus se puso en marcha para combatir la alta incidencia que tienen los incendios forestales y que, en muchos casos, solo puede ser combatida empleando recursos potentes, tales como medios aéreos, autobombas o maquinaria pesada ayudando al personal en sus operaciones.

Ante esta situación, las operaciones aéreas se han convertido en las más efectivas en la lucha contra incendios forestales por la cantidad de descargas sobre las llamas, lo que reduce la intensidad del fuego e incluso lo extingue y por la rapidez a la hora de despachar los activos.

Coordinado por la Junta de Comunidades y bajo la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (DG ECHO), Castilla-La Mancha colaborará con otros países en operaciones de lucha contra incendios forestales compartiendo una serie de recursos.

En concreto, dos aviones de carga en tierra con una capacidad de hasta 3.100 litros, dos oficiales de enlace (técnicos del Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Castilla-La Mancha y expertos en incendios forestales) y un técnico de mantenimiento aeronáutico.

Los aviones AT 802F son apreciados por su versatilidad y por su capacidad de operar en pistas remotas, sin requerir pistas muy largas.

Su sistema de carga con una entrada de 3 pulgadas de diámetro permite realizar la carga de agua en tiempos de entre 3 y 4 minutos.

Es un avión específicamente diseñado para operaciones aéreas de lucha contra incendios forestales, como producto evolucionado a partir de aviones utilizados en agricultura, a los que se les exigía la capacidad de volar bajo y lento, en un ambiente con obstáculos, tales como árboles o líneas eléctricas.

Además, cuenta con el sistema eléctrico de gestión de la descarga o Fire Retardant Dispersal System, que mejora notablemente la operación, asegurando una descarga con una densidad uniforme y a su vez optimizada a la misión encomendada.