Carta insultona y sin desperdicio de García Molina a Rajoy y Puigdemont
El secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha y vicepresidente segundo del Gobierno de la región, José García Moina, ha publicado una carta abierta a Carles Puigdemont y Mariano Rajoy en la que les trata de corruptos, de ser las dos caras de la misma moneda, de usar de forma interesada y partidista las instituciones y cosas por el estilo. Al igual que Pablo Iglesias, Molina cree que Puigdemont y Rajoy lo que tratan es de ocultar la corrupción de sus respectivos partidos y de estar más interesados por sus negocios que por la política. También cuenta en la misiva el magnífico plan que tienen (no específica si Podemos o el Gobierno regional) para mejorar "las políticas económicas, sanitarias, educativas y sociales en nuestra región, para avanzar, todos juntos, en la conquista social de nuevos derechos y garantías ciudadanas". Muchas de sus apreciaciones sobre el conflicto de la independencia de Cataluña nada tienen que ver con lo expresado por el presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page, durante este fin de semana en el Congreso del PSOE, en el que ha vuelto a expresar su apoyo sin fisuras al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy.
Por su interés y actualidad reproducimos íntegra la carta de García Molina:
"Señores Mariano Rajoy y Carles Puigdemont.
Somos muchos, muchísimos, quienes no entendemos ni compartimos el juego del “gato y el ratón” al que ustedes vienen jugando desde hace semanas. Somos mayoría los hombres y mujeres que nos sentimos insultados por su manipulación de los sentimientos patrióticos y por su uso interesado y partidista de las instituciones democráticas de todas y todos. Y somos mayoría, en España y en Cataluña, los que no compartimos el lamentable espectáculo con el que pretenden ganar tiempo y disimular la vergüenza de la corrupción que mancha a sus respectivos partidos (3%, Palau, Gürtel, Púnica, Lezo, etc., etc., etc.).
Las instituciones que tienen la obligación de velar por los derechos democráticos no son patrimonio de ninguna organización política. Nuestras instituciones democráticas pertenecen a la gente y deben estar a su servicio, no al de oscuros y más que cuestionables intereses particulares. Creo no equivocarme si digo que ustedes, ambos, Señor Rajoy y Señor Puigdemont, como norma general, han estado más preocupados por sus propios intereses y negocios que por la política.
Nosotros pensamos que la política ni empieza ni se agota en la beligerante retórica mediática y/o parlamentaria de los partidos políticos. No la entendemos como un teatro, ni como el juego de unos niños caprichosos, ni como el lugar para que “ultras” más propios de eventos deportivos griten a sus adversarios: “A por ellos”. La política, la buena política democrática, trata de encontrar formas y fórmulas para vivir juntos, cooperando para mejorar el día a día de las gentes. La buena política, la vieja y la nueva, la de siempre y la de ahora, sabe que no es incompatible la recuperación económica con la ampliación de derechos y libertades. La buena acción política recurre a la justicia cuando llega a su límite, pero ni la instrumentaliza ni la utiliza como coartada. En definitiva, la política democrática debiera ser un compromiso con el bienestar de las gentes, hecha desde, con, por y para la gente.
Señores Rajoy y Puigdemont, en democracia, es imprescindible que la ciudadanía tenga voz y voto en las decisiones esenciales para su vida. No se pueden dejar las decisiones fundamentales en manos de gobernantes que anteponen su interés particular al interés general. Tampoco se pueden delegar las responsabilidades políticas en manos de los tribunales y los jueces. Hay que asumir los conflictos para poder resolverlos, y no basta con envolverse en la bandera y mirar hacia otro lado. Al interés general solo puede servirse, real y honestamente, dejando que sea la ciudanía la que decida libremente su futuro. La democracia nunca perjudica a la política. Lo que perjudica a la política es tomar decisiones unilaterales que, como vemos en estos días, siempre son un error, aquí, allí y en cualquier escenario.
Señor Rajoy y Señor Puigdemont, ustedes no son capaces de encontrar la fórmula de la cohesión territorial porque tampoco se interesaron por la cohesión social. Ustedes son las dos caras de la misma moneda política: una política hecha por y para los privilegiados, en España y en Cataluña. Quizás por ello nunca les he visto especialmente interesados ni comprometidos con el trabajo político cotidiano que garantiza la igualdad de oportunidades económicas, sociales y culturales de la mayoría. Ustedes representan exactamente lo opuesto a lo que, en mi tierra, Castilla-La Mancha, estamos intentando construir: igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres y hombres que la habitamos. En Castilla-La Mancha aspiramos a algo mejor que lo que ustedes, y el modelo político y de país que representan, pueden ofrecernos.
Nosotros también tenemos un plan. Y, a diferencia del suyo, es un plan ambicioso que va a modernizar, agilizar y acercar a la ciudadanía la gestión de la política cotidiana. Es un plan que mejora las políticas económicas, sanitarias, educativas y sociales en nuestra región, para avanzar, todos juntos, en la conquista social de nuevos derechos y garantías ciudadanas. Nuestro plan, nuestra batalla cotidiana, es garantizar los derechos fundamentales de las personas. Es un plan que sí se ocupa y se preocupa por los problemas reales de la gente, porque es un plan diseñado y puesto en marcha para garantizar por ley, y blindar en nuestro Estatuto de Autonomía, temas tan esenciales como la vivienda, los suministros energéticos, el agua, el empleo o la renta garantizada.
Para finalizar, señores, les diré que nuestra patria es la gente. Nuestro país lo forman las mujeres y los hombres que trabajan y se implican, que salen todos los días a ganarse la vida, que avanzan y hacen que nos vaya un poco mejor, que contribuyen a un mejor futuro colectivo desde un presente vivido desde la fraternidad y la solidaridad.
Nuestra patria, señores Rajoy y Puigdemont, es más grande que las suyas.
Atentamente.
José García Molina. Secretario General de Podemos Castilla-La Mancha. Vicepresidente Segundo de Castilla-La Mancha