Preocupante denuncia sobre el estado de Las Tablas de Daimiel y los humedales manchegos
Ecologistas en Acción (EA) ha advertido que gran parte de los humedales que componen la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda, entre ellos, el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, se encuentran al borde del colapso por la mala gestión que se ha hecho de la sequía.
Con motivo de la conmemoración mañana del Día Mundial de los Humedales, EA ha asegurado que la elaboración de los planes de sequía por parte del Ministerio de Agricultura y Alimentación, Pesca y Medio Ambiente (Mapama) debía incluir medidas de protección de los caudales ambientales y control de las extracción para paliar los efectos de la sequía y evitar que la sobreexplotación del agua afecte al estado de conservación de las zonas húmedas.
En una nota de prensa, la asociación ecologista ha indicado que la sequía es un fenómeno habitual y, por efecto del cambio climático, de magnitud creciente.
Sus efectos son conocidos y predecibles, pero se agravan sobremanera cuando la mala gestión y la improvisación se impone a la protección de los recursos naturales, han añadido los ecologistas.
Y han recordado que 2017 ha sido un año muy seco, y que ha llovido un 29 por ciento menos de media de los 30 años anteriores, a lo que se suma que la temperatura media de la última década es 0,9 grados superior a la de ese periodo.
Bajo estas condiciones, el agua disponible en los ríos y acuíferos se ha reducido un 20 por ciento en 25 años, ha señalado el grupo conservacionista.
Asimismo, EA ha apuntado que actual período de sequía está provocando que una gran parte de los humedales se hayan secado o hayan permanecido con muy bajos niveles de agua y más vulnerables a la contaminación.
Humedales protegidos como Doñana, la Mancha Húmeda, la Albufera de Valencia, el Mar Menor o la laguna de Gallocanta se han encontrado bajo mínimos, y algunos están al borde del colapso.
Los efectos son particularmente más graves en los humedales de menor entidad, a los que además tradicionalmente se les presta menor atención, según Ecologistas en Acción, que ha matizado que sus efectos son graves en espacios como el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel que solo dispone de 500 hectáreas encharcadas de las 1850 de las que dispone de lámina teórica de agua.
Los humedales colindantes de Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Albacete están en su mayor parte secos o bajo mínimos.
También es grave la situación en la que se encuentra la laguna de Gallocanta, la mayor zona húmeda salina de Europa, o la del Mar Menor, que tiene unos niveles de contaminación inasumibles.
Culpan a la "gestión de la sequía"
Para EA, la gestión de la sequía por parte del Mapama y de las confederaciones hidrográficas "ha contribuido de forma decisiva a agravar sus efectos y a poner en riesgo el estado de conservación de los humedales e incluso la atención a los abastecimientos urbanos".
En este sentido, ha abogado por que "de forma inmediata y también de cara a la incorporación de medidas en los planes de sequía actualmente en tramitación, se deben incorporar medidas que primen la conservación de los humedales".
Entre ellas, sitúan la elaboración y dotación de un plan de emergencia para la protección y la atención de las necesidades hídricas de los humedales y de los regímenes de caudales ambientales que se vean afectados por la sobrexplotación y especialmente en situaciones de sequía.
También plantea que se blinde la atención prioritaria de los caudales ambientales y los abastecimientos urbanos sobre cualquier otro uso y que se tomar medidas preventivas y correctoras de reducción de la extensión de regadío y de las dotaciones al mismo como responsable de más del 93 por ciento del consumo del agua en España.
Además, ha pedido que se replantee la reutilización para riego de las aguas depuradas, ya que es muy necesario su aportación al cauce en situaciones de sequía.