Exigen la creación de un estatuto básico del bombero forestal en Castilla-La Mancha
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha exigido este lunes la creación de un estatuto básico del bombero forestal ya que los trabajadores denuncian que "un accidente de trabajo o una enfermedad que podría denominarse laboral lleva al despido sin reconocer esta baja como enfermedad profesional". Según ha informado CSIF en nota de prensa, alrededor de 1.800 personas conforman la plantilla básica de bomberos forestales en Castilla-La Mancha que, después de muchos años de profesión, aún carecen de un estatuto básico que regule la categoría y especifique la normativa más básica para que empresas y administraciones lo tengan muy claro a la hora de su contratación.
Los bomberos forestales aseguran que Castilla-La Mancha no es de las regiones en las que su situación laboral es "de las peores", puesto que en la mayoría de los casos se trata de trabajadores fijos o fijos discontinuos. Sin embargo, sí denuncian la precariedad en cuanto medios materiales y, sobre todo, en el reconocimiento de la categoría. "Es necesario que se reconozca la categoría de bombero forestal porque de esta manera se regularía también la equipación que necesitamos, la formación, la salud laboral y se reconocería como enfermedad laboral los problemas de intoxicación que sufrimos por respirar gases tóxicos, por ejemplo", han asegurado desde CSIF. Otra de las reivindicaciones pasa por el reconocimiento de la segunda actividad para los trabajadores que no son aptos para la extinción.
La central sindical ha comentado que en la región no llega a un centenar el personal contratado por Tragsa, que es quien controla los Parques Nacionales, así como la finca 'Los Quintos de Mora', que pertenece al Estado; el resto se reparte en unos 30 componentes de las BRIIF de Cuenca y La Iglesuela (Toledo) y el resto, que pertenece a la empresa pública Geacam. A esta plantilla, que trabaja en la extinción de incendios los doce meses del año, se suman interinos contratados para la campaña de verano. Pese a ello, los bomberos forestales consideran que se necesitaría más personal, ya que con el ERE de 2012 se despidieron a 400 interinos.
En cuanto a los medios materiales, CSIF ha considerado que se ha mejorado bastante al haber sustituido algunos de los viejos camiones por otros nuevos, pero todavía hay material "de derribo". "Estamos utilizando camiones que, aunque han pasado la ITV reglamentaria, no son aptos para el desempeño de nuestro trabajo, según Salud Laboral", ha manifestado el sindicato.
Por otro lado, en lo que se refiere a los medios personales, los bomberos forestales se quejan de que sólo una mínima parte está dotada con cascos de calidad. "Cumplen la normativa, pero no son seguros para los que estamos en primera línea de incendios", han denunciado. Finalmente, han asegurado que desde el incendio de la Riva de Saélices se ha aprendido mucho, pero son conscientes de que se juegan la vida en cada incendio y que, ante esta perspectiva, "lo más importante siempre es preservar las vidas humanas".