Castilla-La Mancha cuenta con un total de 4.660 dispositivos de seguridad en centros sanitarios que, según el director general de Recursos Humanos del Servicio regional de Salud (Sescam), Íñigo Cortázar, a día de hoy, funcionan "correctamente". Así lo ha puesto de manifiesto en la Comisión de Sanidad de las Cortes en la que ha comparecido para informar sobre las medidas de seguridad en hospitales y centros de salud de la región, como el botón del pánico. Sobre las agresiones sufridas por cuatro sanitarios en el centro de salud de El Casar (Guadalajara) el 15 de octubre de 2017 y sobre el servicio de Ginecología del Hospital de Puertollano.

Respecto al primer punto, Cortázar ha explicado que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha dispone desde 2005 del denominado Plan Perseo, que tiene como principal objetivo "el rechazo explícito" de cualquier tipo violencia y la tutela de las víctimas y que en 2007 el Gobierno regional reforzó con el Plan Catalejo. 

Un proyecto que contó con una inversión superior a los siete millones de euros en cuatro años y que incluía un sistema de televigilancia, un servicio de localización para los profesionales cuando se encontrasen realizando visitas domiciliarias y un servicio de vigilancia y seguridad presencial y que fue "inexplicablemente" desarticulado en 2013, de manera que, en la actualidad, las medidas y dispositivos de seguridad dependen de cada Gerencia.

Buen funcionamiento

En este sentido, ha remarcado que los cerca de 5.000 dispositivos de seguridad de los que dispone el Sescam funcionan, a día de hoy, "correctamente" y que esta "amplia red" incluye 62 vigilantes de seguridad privada, 1.255 minidomus interiores (pequeñas cámaras), 727 domus interiores, 91 minidomus exteriores, 65 domus exteriores, 1.493 detectores volumétricos, 109 detectores de rotura de cristal, 890 pulsadores fijos y 39 pulsadores activables por radiofrecuencia.