Los castellano-manchegos con discapacidad no tendrán que esperar para ser atendidas en los hospitales
El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha desgranado los distintos compromisos que mantiene su departamento ante el último año de legislatura, destacando un plan que, de la mano del CERMI, desembocará en la creación de una tarjeta para que las personas con discapacidad tengan prioridad a la hora de ser atendidos en las salas de espera de centros hospitalarios.
En rueda de prensa, ha puesto el acento en que para las personas con ciertas discapacidades resulta más incómoda la espera, razón que ha motivado la preparación de esta estrategia.
Ha desgranado más avances en los que trabaja su equipo, adelantando que en septiembre estará lista la orden reguladora de ayudas para personas con celiaquía.
Lucha contra las bebidas azucaradas
Además, verán la luz dos nuevas estrategias, como son un plan para prevenir la obesidad infantil que regulará la venta de bebidas azucaradas o las máquinas de 'vending' en centros escolares; y una estrategia de Seguridad del Paciente que, entre otras cosas, incorporará al historial médico digitalizado la historia dosimétrica de radiología que ha recibido cada paciente.
Ha recordado que también entrarán en funcionamiento los planes de Salud y de Salud Mental, además de nuevas categorías de Enfermería, más diagnosis en la prueba del talón para recién nacidos o la oferta de empleo público de cerca de 1.500 plazas.
Completar la red de cuidados paliativos domiciliarios, la gratuidad de medicamentos para familias con discapacitados, el decreto de segunda opinión médico, seguir rebajando tiempos máximos de lista de espera y llegar a dedicar el 21% del presupuesto total destinado a Atención Primaria son otros de los retos planteados para lo que queda de mandato.
Balance de actvidad
Fernández Sanz ha puesto en valor que este ejercicio con 2.715 millones de euros ya se incrementa el dinero destinado a Sanidad en comparación con el año 2011.
De esta forma, y atendiendo a la comparación del Ministerio, Castilla-La Mancha está entre las tres regiones que más ha crecido en materia de salud.
También ha reparado en la evolución de plantillas, ya que en 2017 se consigue "el mayor número de profesionales" de los últimos años con 25.409, por encima de los 24.187 que había en 2015. El objetivo al cerrar el año, según ha dicho, es llegar a 25.800.
La inversión en tecnología es otro de los extremos ante los que Fernández Sanz ha exhibido datos, con 21,5 millones de euros desde 2016, frente a los 8,7 "invertidos en el Gobierno de Cospedal".
Todos estos datos justifican según Fernández Sanz la buena evolución de las listas de espera, ya por debajo de los 90.000 pacientes.
Según su análisis, son 50.730 pacientes menos que en el tercer año de Gobierno del PP. En cuanto a días de espera, en intervenciones quirúrgicas son 137 días, 40 menos que en junio de 2017; 35 en la lista de consultas --20 menos que hace un año--; y 32 para las pruebas diagnósticas, 14 menos que en el mismo mes del año anterior.