Un total de 135 castellano-manchegos se suicidaron durante 2016, de los cuales 122 eran hombres frente a 13 mujeres, cifras que sitúan a la región por debajo de la media nacional al pasar del puesto noveno en 2015 al decimoquinto en 2016 entre las comunidades autónomas. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha dado a conocer estos datos en una rueda de prensa este lunes antes de participar en la presentación de la Estrategia para la Prevención del Suicidio que pretende disminuir estas cifras coincidiendo con el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.

Ha explicado que el informe contempla cuatro estrategias y 44 acciones centradas en la información y la formación como mecanismos para prevenir los suicidios en la comunidad y que están basadas en el Plan de Salud Mental 2018-2025. Las estrategias para la prevención del suicidio en Castilla-La Mancha apuestan por la continuidad asistencial en la atención a la patología mental grave, por la prevención y la intervención temprana, por la investigación y gestión del conocimiento, así como por la corresponsabilidad de todas las partes, teniendo en cuenta a la persona y a sus familias.

"El suicidio es un tema que muchas veces lo hacemos tabú pero nosotros queremos alejarnos del tema tabú y dar una información veraz, concreta y sencilla para que la gente pueda tener información y formación", ha señalado el titular autonómico de Sanidad. En este sentido, ha resaltado que este estudio se ha realizado desde una óptica intersectoral con la colaboración de 60 profesionales de las áreas de sanidad, educación y bienestar social, además del ámbito de la justicia, la universidad e incluso asociaciones como Feafes, Teléfono de la Esperanza o Cruz Roja.

Fernández Sanz ha señalado que en 2015 se produjeron 150 muertes por suicidio en Castilla-La Mancha mientras que en 2016 la cifra se redujo a 135, de los cuales 122 son hombres y 13 son mujeres, lo que supone que un castellano-manchego se suicida cada tres días, mientras que en el conjunto del país se contabilizan diez suicidios al día.

Estas cifras sitúan a la región por debajo de la media y ha descendido del puesto noveno en 2015 al decimoquinto en 2016, aunque el objetivo, ha afirmado el consejero de Sanidad, es seguir trabajando para reducir los números y ocupar "rangos cada vez más bajos". En concreto, ha abogado por una prevención en tres vertientes: universal, específica y dirigida a personas en las que se detecta riesgo.

Entre las acciones orientadas a la prevención universal se encuentran mejorar la información sobre el acceso a servicios, difundir guías de información veraz y promover la investigación en relación con la prevención del suicidio. Para prevenir a grupos vulnerables, el estudio propone desarrollar protocolos de detección y manejo de la conducta suicida en diferentes ámbitos, llevar a cabo intervenciones preventivas en grupos de especial riesgo o formar a los profesionales de servicios sociales, sociosanitarios y educativos.

Finalmente, se incluyen otra serie de acciones destinadas a la prevención indicada a personas en las que se detecta riesgo, así como la formación a profesionales sanitarios en la detección y manejo de la conducta suicida y mejorar los circuitos de comunidad y la continuidad asistencial en las personas en que se ha detectado.

El responsable regional de Sanidad ha indicado que la mayoría de suicidios están relacionados con personas que padecen problemas de salud mental junto a temas sociales, educativos, de acoso, de género y otras áreas, aunque ha aclarado que los suicidios no suelen producirse por un sólo motivo porque siempre se mezclan varios factores. En los jóvenes, el suicidio es la segunda causa de muerte después de los tumores.