García-Page contra Paco Núñez, medio año para el gran duelo electoral en Castilla-La Mancha
Es la gran cita electoral en la Junta de Comunidades y los ayuntamientos de Castilla-La Mancha: 26 de mayo de 2019. Las elecciones autonómicas y municipales están a la vuelta de la esquina y, a poco más de medio año, el panorama político actual deja un escenario incierto y absolutamente abierto, tal vez como nunca antes en nuestra comunidad autónoma. A la incertidumbre política de los últimos años en España, con la ruptura del bipartidismo y la llegada de nuevos partidos, se unen los grandes acontecimientos políticos de este 2018, especialmente la moción de censura contra Mariano Rajoy y la llegada a la Moncloa de Pedro Sánchez, dos hechos de máxima relevancia que van a condicionar significativamente el año 2019 como fecha electoral clave para el ámbito autonómico y municipal. A estas elecciones se van a sumar también los comicios europeos y, por supuesto, las andaluzas de diciembre de las que también se desprenderá una significativa influencia política para el resto de España.
Con este contexto político en plena ebullición, las autonómicas y municipales se presentan en Castilla-La Mancha abiertas e insospechadas, por muchos que el actual presidente de la Junta, el socialista Emiliano García-Page, parta con la evidente ventaja que le da el poder y sus resortes. Es verdad que Page afrontará esta batalla electoral desde los beneficios de la Presidencia autonómica, pero el escenario no permite garantizar ningún resultado a priori y nadie debe confiarse más de lo necesario por lo que pueda pasar, así que el PSOE castellano-manchego, consciente de su enorme potencial pero desde una gran prudencia, va a trabajar intensamente para revalidar el Gobierno regional, con mayoría absoluta o sin ella. Aunque la llegada de Sánchez a la Moncloa no parece tener especial incidencia política en Castilla-La Mancha, el hecho innegable de que Page tiene con el presidente del Gobierno una relación fría y poco cercana está siendo aprovechado desde el Ejecutivo autonómico para marcar distancias e impulsar un discurso castellano-manchego propio muy del gusto de la región en algunas cuestiones de importancia como el trasvase Tajo-Segura o la financiación autonómica.
El presidente García-Page parte, por tanto, con una posición de privilegio y con una notable independencia política, lo que favorece al PSOE regional para volcarse con su candidato a la Junta sin especiales lastres desde el Gobierno central. Los socialistas disponen en Castilla-La Mancha de una maquinaria muy engrasada con la que aspiran a seguir gobernando en la región, ya sea pactando de nuevo con Podemos o sobre todo con Ciudadanos, lo que a día de hoy parece más probable si se tienen en cuentas las encuestas de los últimos meses. Aunque no está claro en absoluto que el partido de Albert Rivera vaya a apoyar a Page en caso de que el PSOE no logre la mayoría absoluta, la intención de los socialistas es granjearse el apoyo de Ciudadanos si fuera necesario.
En el PP de Castilla-La Mancha la situación es completamente novedosa y se afronta una batalla inédita en las autonómicas contra García-Page. El flamante presidente regional del partido, Paco Núñez, elegido para relevar a María Dolores de Cospedal, es un candidato muy joven que se enfrentará por primera vez a un reto como el de las autonómicas, aunque este factor se puede interpretar tanto una ventaja como un inconveniente. Pese a su juventud, Núñez es un político de largo recorrido y con gran experiencia política e institucional y eso le da fuerza y confianza para afrontar una batalla electoral en Castilla-La Mancha para la que está completamente preparado. Paco Núñez se presenta al frente del partido actualmente más votado en Castilla-La Mancha y con una profunda renovación en marcha, tanto en la región como en España. El presidente nacional del PP, Pablo Casado, va a ser un factor relevante en esta campaña electoral y Paco Núñez quiere aprovechar este contexto para sumar votos a su proyecto político. La proyección que Sánchez y Casado puedan tener sobre el votante castellano-manchego es una incógnita que Núñez quiere aprovechar a su favor.
Paco Núñez, en este sentido, aspira a la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, aunque también confía en un posible acuerdo con Ciudadanos si eso fuera necesario para llegar al poder en la región y desalojar a los socialistas. Con Podemos esta opción está completamente descartada, pero la baza de Núñez con Ciudadanos se mantiene muy abierta, aunque el PSOE aspira a jugar esta misma carta. Núñez cuenta con un aparato regional muy fuerte y trabajado en el PP que va a por todas sin complejo alguno y esta situación dará más fuerza aún a un apasionado y vehemente líder que, como Paco Núñez, no parece tener miedo a nada ni a nadie. Las espadas están por tanto muy en alto.
En cuanto a Ciudadanos y Podemos, los otros dos partidos con aspiraciones de conseguir representación en las Cortes castellano-manchegas, sus candidatos aún no están cerrado y dependerán de sus respectivos procesos internos, aunque los líderes actuales en la región, Orlena de Miguel y José García Molina respectivamente, tienen muchas opciones de mantener su posición actual y ser los cabezas de cartel. Todo apunta a que ningún partido alcanzará la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha y que el candidato que finalmente se convierta en el próximo presidente de la Junta saldrá de un pacto de legislatura o de gobierno que se verá llegado el momento.