La cara y la cruz de los billetes de autobús en Toledo según el último estudio
Toledo es una de las ciudades de España cuyo billete sencillo de autobús urbano se ha encarecido más durante este año y una de las tres que ha experimentado subidas en 2018 en los viajes de bono con transbordo, aunque también tiene el tercer viaje de autobús urbano con tarjeta recargable más barato del país, según un estudio anual realizado por Facua-Consumidores en Acción.
La diferencia de precio del billete univiaje, también conocido como sencillo, en autobús urbano alcanza el 244 por ciento en las ciudades españolas, prácticamente un 8 por ciento más que en 2017, cuando alcanzó el 236 por ciento.
En concreto, el billete sencillo cuesta en España 1,26 euros de media, un céntimo más caro que el año pasado y tres céntimos más que hace dos años, en 2016. El precio más caro lo tiene Barcelona (2,20 euros), cinco céntimos más que en 2017; y el más bajo Lugo (0,64 euros).
Facua señala que, al ser el billete sencillo una modalidad de viaje que utilizan normalmente usuarios no habituales, "es razonable que su precio tenga un carácter disuasorio, con el fin de ayudar a sufragar el conjunto del sistema".
El estudio pone de manifiesto que, en 2018, Madrid, Barcelona y Gerona siguen siendo las ciudades con las tarifas de autobús más caras en sus diferentes modalidades, de las 38 encuestadas.
Además, señala que Arrecife (Lanzarote), Barcelona, Bilbao, Jaén y Toledo han sido las únicas localidades en las que se han aplicado subidas. Entre ellas, Facua destaca el incremento de un 16,7 por ciento en Arrecife, de 1,20 a 1,40 euros.
El estudio revela que viajar en autobús en España cuesta actualmente una media de 0,78 euros si se utiliza un bonobús o tarjeta recargable con trasbordo (el que ofrecen 35 de las ciudades analizadas), un céntimo por debajo de la tarifa media registrada en su análisis de 2017. A la hora de realizar una comparativa entre los precios medios de las distintas tarifas en 2017 y 2018, la asociación ha tenido en cuenta los precios de aquellas ciudades que incluyen dichas tarifas desde el año pasado.
Los tres viajes de bono con trasbordo que han experimentado subidas en 2018 han sido el de Barcelona, que ha pasado de 1 euro a 1,02 euros (un 2% más); el de Bilbao, de 0,64 euros a 0,65 euros (1,56% más caro); y el de Toledo, de 0,60 euros a 0,64 euros (sube un 6,67 %).
El trayecto con esta tarjeta más caro, según la encuesta, sigue siendo el de Madrid (1,83 euros), seguido por el de Gerona (1,07 euros de nuevo) y Barcelona (1,02 euros). En el otro extremo, los viajes más baratos siguen siendo Logroño (0,53 euros), Salamanca (0,59 euros), Toledo (0,64 euros) y la ciudad de Linares (0,64 euros), en la provincia de Jaén.
El estudio refleja que en total se ha producido un incremento medio del 0,28 por ciento y que la diferencia en las tarifas usando el bono con transbordo supera el 306 por ciento.
Por otra parte, los trayectos pagados con bonos sin transbordo, que se ofrecen en 17 de las ciudades analizadas, siete más que en 2018, cuestan de media 0,77 euros. Si se comparan las tarifas de las diez ciudades que el año pasado lo tenían con las tarifas de este año, solo se observa un incremento en Jaén del 1,52 por ciento, de 0,66 a 0,67 euros, produciéndose una subida media del 0,12 por ciento.
Madrid, la más cara en el abono sin transbordo
Madrid continúa siendo la ciudad con el precio de viaje más caro en el bono sin transbordo (1,22 euros) y Lugo la más económica (0,45 euros), situación idéntica al año pasado. La diferencia de tarifa en esta modalidad de viaje entre las 38 ciudades analizadas llega hasta el 171 por ciento.
Asimismo, el estudio apunta que la tarjeta que se oferta para el periodo de un mes se encuentra presente en 28 de las ciudades encuestadas, una más que en el estudio de 2017; y que su valor oscila entre los 54,60 euros de Madrid, mismo precio que el año pasado, y los 20 euros de Ciudad Real, que el año pasado no tenía tarjeta mensual.
La tarifa media de la tarjeta mensual es de 36,99 euros, un 0,15 por ciento menos que en 2017, cuando la ofrecían 27 ciudades y la tarifa media estaba en los 37,67 euros.
En el caso de Toledo, el precio se ha incrementado un 4,62 por ciento, de 32,50 a 34,00 euros; en Barcelona un 2,37 por ciento, de 52,75 a 54 euros; y en Tarragona un 1,56 por ciento, de 45,00 a 45,70 euros. En el otro extremo, Facua resalta el descenso que se ha producido en Santa Cruz de Tenerife, donde ha bajado de 45 a 40 euros, un 11,11 por ciento.
Lleida, el nocturno más caro
En el tramo nocturno, la tarifa más alta corresponde a Lleida (1,75 euros), seguida de las ciudadas de Granada, Madrid, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife y Valencia, donde cuesta 1,50 euros. Por el contrario, las cuatro ciudades más baratas durante la noche y madrugada son Bilbao (0,65 euros, un 1,56 % más que en 2017); Zaragoza (1,00 euros); y Logroño y Pamplona, que comparten precio (1,02 euros). La diferencia de tarifas en este billete alcanza el 169,2 por ciento.
La asociación destaca la "importante subida" del billete nocturno de Toledo, donde se ha incrementado un 12 por ciento, de 1,25 a 1,40 euros.
La encuesta subraya que las ciudades de A Coruña, Alicante, Almería, Arrecife, Badajoz, Cádiz, Gijón, Granada, Jaén, Linares, Lugo, Toledo y Valladolid no recogen todavía un descuento para familias numerosas, generales o especiales; y monoparentales, por ejemplo.
Respecto a la edad a la que los menores comienzan a pagar el billete, el estudio indica que en Jerez de la Frontera el transporte es gratuito hasta los dos años, aunque con la Tarjeta Escolar para niños desde Preescolar hasta estudiantes de 4º de ESO tampoco cuesta nada.
En las ciudades de Córdoba, Cuenca, Lleida, Lugo, Madrid, Málaga, Oviedo, Tarragona y Sevilla, es gratis hasta los tres años, aunque en el caso de la capital hispalense, desde los tres y hasta los once años no cuesta nada con la Tarjeta Infantil.
El tiempo de transbordo con bonobús varía en función de la ciudad, oscilando desde los 30 minutos de Arrecife y Ciudad Real hasta los 120 minutos de Santa Cruz de Tenerife. En los casos de A Coruña, Bilbao, Cádiz, Gijón, Lugo, Pamplona y Salamanca, el máximo establecido es de 45 minutos; y para Almería, Castellón, Granada, Jaén, Linares, Madrid, Málaga, Oviedo y Santander, 60 minutos.
Con motivo de la publicación de este estudio, Facua reclama a los ayuntamientos que ofrezca participación a las asociaciones de consumidores en las decisiones que afectan a la calidad y a las tarifas del sector, a la hora de establecer posibles descuentos a los usuarios.
Precisamente, solicita la inclusión de las organizaciones que representan los intereses de los consumidores en los consejos de administración de las empresas públicas de autobuses.
Además, la asociación lamenta que todavía haya ciudades donde el único bono existente incluye tanto la zona urbana como la interurbana, "suponiendo un coste normalmente superior al que solo contiene la primera". Por ello, pide que todas las ciudades dispongan de bonos o tarjetas exclusivos para los usuarios que solo circulan por la urbana.