La Guardia Civil ha detenido a nueve personas, todas ellas integrantes de una organización criminal destinada a la comisión de robos con violencia en viviendas que tenían a sus moradores en el interior y que actuaba en hasta diez provincias de España, entre ellas Albacete, Cuenca y Toledo.
La operación Carcosa, como se ha denominado al operativo, ha esclarecido con estas nueve detenciones un total de 62 hechos delictivos. La red, en la que estaban integrados los detenidos, siete de ellos de nacionalidad rumana y los otros dos de nacionalidad española, entraba a las viviendas, siempre en urbanizaciones aisladas "y realizaban el asalto cuando sus moradores se encontraban en su interior", ha explicado ante los medios de comunicación el teniente coronel de la Comandancia de Albacete, Jesús Manuel Rodrigo, quien ha destacado la efectividad de los agentes.
Los robos de los que se les acusa comenzaron en el mes de marzo de 2018 y se han producido en las provincias de Albacete, Gijón, Alicante, Castlellon, Cuenca, Madrid, Tarragona, Teruel, Toledo y Palencia. Se calcula que podrían haber sustraído un botín superior a los 200.000 euros en estos meses. Las investigaciones comenzaron el pasado mes de mayo de 2018, tras las denuncias de varios robos en la localidad albaceteña de Almansa, y otro en Ayora (Valencia).
Los investigadores determinaron que los robos seguían un patrón similar y desde el puesto de la Guardia Civil de Almansa se pudo identificar a varias personas, todas ellas con un amplio historial delictivo, relacionadas con otra organización criminal desarticulada en el año 2015.
Modus operandi
La red contaba con dos células, una ubicada en Valdemoro (Madrid) y otra en Castellón. Los miembros elegían las viviendas previo "estudio de la zona" donde iban a cometer el hecho delictivo. Hasta ella se desplazaban a pie y una vez allí "permanecían ocultos hasta el momento que iban a robar", tal y como relatan desde la Comandancia de la Guardia Civil en Albacete.
El objetivo eran las viviendas y siempre procuraban que sus moradores se encontraban en el interior "porque aprovechaban para amenazarlos, retenerlos e incluso herirlos y, de esta manera, obtenían información para sustraer joyas y otros objetos de valor dentro del domicilio". Y lo hacían con una violencia extrema que llevó a una de sus víctimas a pasar varios días en la UCI, en este caso en la provincia de Valencia. Una vez fuera de la casa, cometido el robo, se ocultaban "esperando que los dispositivos que montábamos Policía y Guardia Civil se desmontasen" y salían del lugar a pie.
Los efectos sustraídos, según ha desvelado la investigación, los llevaban a un almacén donde los ocultaban para darles salida en locales de venta de joyas, locales de venta de segunda mano. De hecho en el marco de la operación "se han conseguido localizar algunas de las joyas sustraídas", según el teniente coronel.
40.000 euros intervenidos
Durante los seis registros que llevaron a la detención de los nueve acusados de estos robos se intervinieron 40.000 euros en metálico, además de joyas, relojes, teléfonos móviles, material informático, entre otros. Ahora la Guardia Civil, con esos efectos, " todavía mantenemos la operación abierta para tratar de esclarecer otros hechos delictivos de este grupo", ha sentenciado Rodrigo.
La operación se ha llevado de forma conjunta de la Unidad de Policía Judicial de Albacete y la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Valencia -concretamente de Requena-, el GRS de Tarragona, la Comandancia de Gijón, la Comandancia de Madrid y la Comandancia de Castellón.