El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez, ha culpado a la "incapacidad política" de los gestores públicos del "enfrentamiento" entre Murcia y Castilla-La Mancha a cuenta del trasvase, tras lo que ha lamentado ese enfrentamiento "entre vecinos".
En una entrevista con Radio Castilla-La Mancha recogida por Europa Press, Jiménez ha hablado de "un eterno debate" en torno al Tajo-Segura pese a las decenas de trasvases "que no suponen ningún problema entre localidades vecinas" en el resto de España.
Tras asegurar que entiende que los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía estén "dolidos", ha apuntado en todo caso que "no puede ser que esos pueblos, con la población que tienen, puedan tener problemas de desabastecimiento".
"Los problemas técnicos se resuelven con presupuestos, y estas regiones han pagado religiosamente cada mes el agua que tenía que pagar, y más de 450 millones de euros han ido a parar en su mayor parte a Castilla-La Mancha para resolver este tipo de obras", ha indicado.
En su opinión, "sobra dramatismo" en la gestión del trasvase, y tras rechazar "interpretar" los pensamientos del nuevo Gobierno sobre el futuro del trasvase, ha indicado que la gestión del Ministerio de Transición Ecológica ha estado caracterizada por ser "pacífica".
Tras estas declaraciones, el vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha recriminado al Scrats su "talante", criticando que los regantes murcianos "estén acostumbrados a hacer del agua del Tajo de su capa un sayo".
Preguntado por los medios sobre las manifestaciones de Lucas Jiménez, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este lunes tras reunirse con la presidenta de la FEMP y alcaldesa de Talavera de la Reina, Tita García Élez, Martínez Guijarro ha lamentado la "falta de respeto" hacia los habitantes de los pueblos de los embalses de cabecera, que "aunque sean pocos tienen el mismo derecho que todos los murcianos juntos a vivir y a desarrollar actividad económica y tener empleo estable y de calidad".
"Dice mucho del talante de los responsables de las entidades e instituciones, que están acostumbrados a hacer del agua del Tajo de su capa un sayo, pero hasta aquí hemos llegado. Ya está bien", ha espetado el número 'dos' del Gobierno castellano-manchego, para quienes declaraciones de este tipo "demuestran falta de respeto hacia esos habitantes".
A renglón seguido, Martínez Guijarro ha asegurado que el Gobierno regional seguirá defendiendo los intereses de Castilla-La Mancha y diciendo "alto y claro" lo que viene diciendo "desde hace mucho tiempo" y es que desde la cabecera del Tajo "no hay agua suficiente para mantener el trasvase", mientras en Levante hay otras alternativas, tanto construidas como "a medio gas".
"Nunca nos hemos negado a que haya abastecimiento humano, pero su desarrollo no se puede basar en recursos que están a cientos de kilómetros y menos que se niegue la posibilidad de desarrollo de los pueblos de cabecera", ha concluido señalando el vicepresidente castellano-manchego.