El Colegio de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha (Coficam) ha pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha que interpele directamente al Ministerio de Sanidad para solicitar el cierre de todos los centros y unidades de fisioterapia de toda la Comunidad Autónoma por no disponer del material de protección, como mascarillas, que evite el contagio entre el fisioterapeuta y el paciente.

Tal y como recuerda el colegio en nota de prensa, la fisioterapia es una profesión donde aproximadamente el 90% se realiza en centros privados y los tratamientos suponen un contacto directo con el paciente y mantenido en el tiempo.

Además, muchos de los pacientes que acuden al fisioterapeuta por edad y patologías previas, son población de especial protección. Por ello, y ante el desabastecimiento existente de medidas de protección para pacientes y profesionales, es obligatorio que el Gobierno ordene el cierre de las consultas para evitar la propagación del COVID-19.

Según argumentan, únicamente se debe de mantener el servicio de fisioterapia en el ámbito hospitalario y para las patologías donde la actuación del fisioterapeuta sea fundamental en la evolución del paciente.