Los alergólogos aconsejan a los pacientes asmáticos que extremen las precauciones y sean disciplinados en el seguimiento de los tratamientos prescritos por sus especialistas, con el fin de evitar complicaciones en el caso de que se contagien de COVID-19.
Ser alérgico o asmático no supone un mayor riesgo de contagio del coronavirus, pero en el caso del asma si puede suponer una complicación en caso de contagiarse y por ello deben ser más cuidadosos, según ha apuntado el alergólogo del Complejo Hospitalario de Toledo Ángel Moral.
El doctor Moral ha explicado que los pacientes asmáticos tienen las vías respiratorias más susceptibles a cualquier tipo de infección, sobre todo a las víricas, "lo que favorece que haya una hiperreactividad, un aumento de la sensibilidad en los bronquios y que se desencadene una crisis", según ha indicado este lunes en una nota de prensa la Consejería de Sanidad.
Moral ha advertido que, "para evitar complicaciones, los pacientes no deben descuidar el tratamiento antiasmático de base para que el asma esté bien controlada".
Por otra parte, ha apuntado que en la situación actual de pandemia por coronavirus y ante la proximidad de los meses en que aparecen los síntomas debidos a la alergia al polen, fundamentalmente gramíneas, olivo y plátano, muchos pacientes se pueden sentir confundidos, porque hay algunos síntomas comunes, aunque hay claras diferencias permiten determinar uno u otro diagnóstico.
"El coronavirus produce fiebre, tos y dificultad para respirar; algunos de estos síntomas pueden ser compartidos con algunas enfermedades alérgicas, pero por ejemplo, la rinitis alérgica por pólenes produce sobretodo picor de ojos, de nariz, estornudos y mucosidad, pero nunca va haber fiebre, lo que nos permite diferenciarlo del coronavirus", ha precisado Moral.
También hay algunas enfermedades alérgicas, como es el caso de los pacientes asmáticos, que pueden tener además dificultades para respirar, pero tampoco presentan fiebre, ha añadido.
Asimismo, ha explicado que el confinamiento en los domicilios que se está produciendo como consecuencia de la emergencia sanitaria por el coronavirus va ayudar a que las enfermedades alérgicas por pólenes sean mucho menos importantes este año, porque los pacientes no están expuestos, aunque ha recomendado que se ventilen las casas, pero no entre las 12.00 y las 17.00 horas, por que es el periodo de mayor concentración de pólenes.
Y ha recomendado utilizar, si es posible, purificadores de aire, que reducen la carga ambiental de pólenes "con lo cual, los pacientes van a estar menos expuestos a los que pueden entrar cada vez que abrimos una puerta o una ventana", ha aclarado.