El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha tachado de "absurdas de todo punto" las declaraciones del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en las que acusaba a Vox de que "le gustaría dar un golpe de estado" aunque "no se atreve", y ha añadido que son unas palabras "desacertadas".
En una entrevista en Onda Cero, García-Page ha opinado que entre Vox y Podemos "hay una parte de retórica que viene de los dos polos extremos que se retroalimentan", pues ha señalado que "les interesa confrontar a Vox con Podemos y a Podemos con Vox, porque obtienen un rendimiento retórico que va por encima del voto que tienen".
En cualquier caso, ha señalado que las palabras de Iglesias "son desacertadas", ya que ha descartado que Vox esté en ese planteamiento y aunque ha rechazado la ideología de ese partido, ha sostenido que esa postura "no responde a la realidad", porque "es desconocer por completo el metabolismo que tienen de servicio público las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil y la Policía, que es impecable".
Aunque ha considerado que "siempre puede haber alguien" que opine de "manera inadecuada", "no tiene sentido" mantener esa opinión.
El barullo
Con todo, Page ha admitido que lo que más le molestó es que ese debate se produjo en el seno de la Comisión de Recuperación del Congreso de los Diputados y ha recordado que "lo más importante es que ese día se estaba anunciando el cierre de Nissan y es de lo que se tenía que haber hablado, pero no estar en debates de golpes de Estado".
Por ello, se ha preguntado si "la recuperación, la nueva normalidad o la normalidad no nueva es volver al barullo".
El presidente castellano-manchego también ha sido preguntado sobre el pacto de PSOE, Podemos y Bildu para derogar la reforma laboral y que supuso la abstención de la formación abertzale en la prórroga del Estado de Alarma.
"Lo de Bildu es propio de un estado de máxima necesidad y agobio, no tiene sentido desde mi punto de vista hablar de salvar vidas, después de estar toda la vida haciendo lo contrario y haber nacido de arrancar la vida a la gente", ha sostenido García-Page.
A su modo de ver, "lo que intenta hacer el gobierno es que el acuerdo sea lo más amplio posible" y ha señalado que "no deja de ser decepcionante que en esta situación no haya un planteamiento por encima" por parte del PP, como el que hizo Ciudadanos para apoyar la prórroga del estado de alarma, porque ha aseverado que "cuando llega un momento de vértigo, de extrema necesidad" el interés general debe estar por encima del interés de los partidos.
Ingreso Mínimo Vital
Por otro lado, y en cuanto a la aprobación del Ingreso Mínimo Vital y su posible gestión por parte de algunas comunidades autónomas como el País Vasco o Navarra, se ha mostrado partidario de que las fórmulas de gestión sean "lo más homogénea posible en toda España" y ha admitido que el Gobierno regional no tiene problema en gestionar esta ayuda porque las comunidades autónomas "ya gestionan las competencias más ariscas del país, como educación, sanidad o servicios sociales".
Además, ha recordado que Castilla-La Mancha y casi todas las comunidades autónomas gestionan ya un ingreso mínimo.
En este sentido, ha admitido que le "repele bastante" que "se esté planteando todo en términos tan territoriales" y ha añadido: "Si lo tenemos que gestionar, lo gestionamos todos y si no, que lo gestione el Estado, que es gestionar entre todos".
En términos generales, ha afirmado que el Ingreso Mínimo Vital "tal y como se está planteando sale bastante mejor que como se plantearon los primeros borradores" y ha valorado que se vincule a la "inquietud y voluntad de trabajar".