Alertan de que un gas tóxico sigue contaminando el aire de Castilla-La Mancha
La contaminación por ozono ha caído un 34 % en Castilla-La Mancha en 2020 y pese a la crisis de la COVID-19, la totalidad de la población castellano-manchega ha seguido respirando aire con más ozono del recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
La reducción de la movilidad por la crisis de la COVID-19 ha provocado una mejora sin precedentes de la calidad del aire, también en relación al ozono troposférico. No obstante, los dos millones de habitantes de Castilla-La Mancha han seguido respirando aire contaminado por ozono durante el verano de 2020, según el Informe anual sobre la Contaminación por Ozono de Ecologistas en Acción.
Este informe concluye que la totalidad de la población y del territorio castellano-manchegos han estado un año más expuestos a unos niveles insalubres de este contaminante. "La Junta de Castilla-La Mancha sigue sin adoptar medidas sobre el transporte, la industria y la ganadería intensiva que eviten los episodios puntuales y reduzcan los niveles de fondo", señalan Ecologistas en nota de prensa.
El informe de Ecologistas en Acción con datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2020 en 483 estaciones oficiales de medición de ozono repartidas por todo el territorio español, entre ellas 26 situadas en Castilla-La Mancha.
En lo que respecta a Castilla-La Mancha, entre sus principales conclusiones, señalan que el ozono "es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva".
Ocho estaciones de medición de esta zona, de la Comarca de Puertollano y del resto de Castilla-La Mancha han incumplido el objetivo legal en el trienio 2018-2020. La frecuencia de las superaciones de los estándares legal y de la OMS ha sido muy inferior a la de años precedentes, con un descenso de respectivamente el 42% y el 34% en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de la región.
La mejoría de la situación ha sido especialmente relevante en las estaciones urbanas de Albacete y Cuenca, con una reducción del número de días con mala calidad del aire del 67 y el 86 %, respectivamente. De manera puntual, el ozono sólo ha aumentado en la estación urbana de Talavera de la Reina (Toledo), precisamente por el menor tráfico.
En el caso del ozono, según Ecologistas, la Junta de Castilla-La Mancha "sigue sin elaborarlos en todas las zonas donde resultan preceptivos, pese a las reiteradas peticiones". "Se trata de una negligencia que está poniendo en peligro la salud de toda la población castellano-manchega".
La Comarca de Puertollano sigue "sin contar con un protocolo de actuación frente a las puntas de contaminación por ozono, que contemple medidas de limitación de la actividad industrial en episodios de elevada contaminación como los cinco registrados en 2020".