Las Cortes de Castilla-La Mancha han iniciado este lunes, con un acto institucional, la conmemoración del V Centenario del Levantamiento de las Comunidades de Castilla, que se extenderá hasta febrero de 2022 para conmemorar el V Centenario de la caída de la ciudad de Toledo, que defendió María Pacheco hasta el final frente a las tropas realistas.
Precisamente, en este contexto, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado que la escultura de María Pacheco será "una realidad en breve" en la capital regional.
Para conmemorar los 500 años del Movimiento Comunero, las Cortes castellano-manchegos han organizado una programación que tiene como objetivo acentuar el protagonismo de las figuras y hechos ocurridos en las cinco provincias de la región, "sin juzgarlos, sin hacer presentismo histórico, simplemente para que sean conocidos" y contribuir a explicar "lo que somos hoy", según ha explicado el presidente del Parlamento regional, Pablo Bellido.
Entre las actividades programadas, se encuentran una exposición, especialmente orientada a la juventud; un ciclo de conferencias que recorrerá las cinco provincias, del mismo modo que un espectáculo dramático-musical. Además, se llevará a cabo una labor de reedición de títulos bibliográficos de interés y habrá colaboración con medios de comunicación. Bellido también se ha comprometido a participar en actos que organicen las asambleas de Castilla y León y de Madrid.
Bellido ha agradecido la colaboración de la Fundación Impulsa y la Real Fundación de Toledo, dos de las principales entidades que participan en el diseño de los actos, una programación que, según ha afirmado el presidente de las Cortes, se hará con la ayuda de artistas e historiadores de Castilla-La Mancha.
Además, ha pedido que esta celebración se lleve a cabo "con ánimo de construir y de sumar" y se ha mostrado esperanzado en que sirva para reimpulsar "las principales figuras del movimiento comunero" vinculadas a territorios de Castilla-La Mancha, como el toledano Padilla y el atencino Bravo, y en particular de mujeres como María Pacheco, granadina "que se destacó por la defensa de Toledo, con orígenes en Guadalajara" y Juana I, vinculada a Cifuentes.
Bellido ha justificado que sea "razonable" que los actos arranquen precisamente en la capital regional porque "Toledo es inicio y epílogo del levantamiento comunero".
De su lado, el presidente regional, además de comprometerse a erigir en Toledo un monumento en homenaje a María Pacheco, ha dicho que Castilla-La Mancha reclama su identidad "no contra nadie, no de forma excluyente, y no para conseguir privilegios".
"Si hay algo por lo que luchaban los comuneros era porque no hubiera ni los privilegios del exceso de la autoridad imperial ni los privilegios de otros territorios, que no estaban ni en Castilla", ha recordado García-Page.
También ha afirmado que las autonomías no quieren "ser más unas que las otras, al menos la nuestra, pero tampoco menos". "Es una mezcla perfecta de identidad y ansia de justicia", ha reivindicado.
El acto, conducido por la actriz Sara Moraleda, ha contado con la presencia de los presidentes de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, y de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad Martos, así como de la alcaldesa Milagros Tolón; la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez; y los presidentes de las diputaciones provinciales, entre otras autoridades y personalidades de la sociedad castellano-manchega.
El secretario general de Cultura del Gobierno de España, Javier Fernández, ha tomado la palabra en el acto para ofrecer "toda la colaboración del Ministerio" para esta celebración, que tiene "una dimensión cívica".
Un acontecimiento como fue la rebelión comunera "es algo que no debe de pasar desapercibido, porque fue un movimiento central en la historia de España".
"Nunca hubiéramos sabido qué hubiera pasado si la rebelión hubiera triunfado, si Padilla, Bravo y Maldonado hubieran influido en España, pero es bueno que 500 años después lo recordemos porque es un elemento fundamental de lo que ahora es la democracia española", ha considerado Fernández.
El historiador Miguel Fernández Gómez ha explicado el contexto histórico de la rebelión, recordando un punto de partida de "inquietudes basadas en prejuicios anticonversos, luchas de campesinos y frustraciones".
Carlos I exigió un "esfuerzo colosal" ante una "reivindicación de legitimidad dinástica" mientras que las aldeas "se levantaron contra el Gobierno de los poderosos".
"Este magma de conflictos e incertidumbres que aflora en Castilla fue más moderno que medieval. El divorcio entre un rey inexperto de consejeros extranjeros con su pueblo, que no se resignó a ser comparsa de su rey señor", ha detallado.
Aunque esta revuelta "se selló en una campa de Valladolid a casi 300 kilómetros de distancia", fueron similares los acontecimientos en lo que hoy es Castilla-La Mancha.
Pedro Maldonado, por ejemplo, tenía raíces talaveranas, a lo que ha sumado personajes como Juana de Castilla, nacida y bautizada en Toledo; o María Pacheco, 'La leona de Castilla', "que mantuvo la rebelión hasta el día de San Blas de 1522.
Al expulsar a corregidores de Chinchilla, Toledo o Cuenca y con los comuneros pidiendo justicia en Guadalajara, se vieron "movimientos en Alcaraz, Moya, Marquesado de Villena, Ocaña, Campo de Montiel", con levantamiento de banderas en lugares como Orgaz o Puertollano.