La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha hecho referencia a las palabras enunciadas este martes por la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, quien negaba que el trasvase de agua del Tajo al Segura esté "en cuestión, en absoluto", considerando que "no estuvo acertada" al hacer estas declaraciones.
A preguntas de los medios tras una rueda de prensa, Fernández ha considerado que Montero "quiso dejar contento a todo el mundo sin dejar contento a nadie", un "problema" que los políticos "no pueden permitirse".
Aunque entiende que los regantes levantinos quieran defender sus intereses, Fernández ha optado por preferir declaraciones pasadas en boca de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, "que ha sido muy clara y ha dicho que el trasvase no se puede sostener en el tiempo", algo "evidente" ya que "cada vez llueve menos y la cuenca del Tajo está mermada".
"Nosotros estamos por la búsqueda de alternativas que den sostenibilidad al Levante. No es un ataque a su ecología, hay que hablar con claridad, la cuenca del Tajo aguanta ya muy poco y es una evidencia si analizamos el caudal de los últimos años", ha reiterado, opinando que Montero "no estuvo muy acertada". "Hay que ser claros y decir la verdad contando las cosas como están pasando".
"Cada uno tiene su papel"
De su lado, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, se ha mostrado sereno después de que este martes la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, negase que el trasvase de agua del Tajo al Segura esté "en cuestión" y tras asegurar que "cada uno tiene su papel y habla desde su enfoque, que está lleno de matices", se ha mostrado seguro de que se van a sellar soluciones en esta cuestión, porque la sintonía con el Gobierno central es "grande".
"No llegaremos a un acuerdo imponiendo la posición de uno contra otro", ha advertido Martínez Arroyo, que ha insistido en que verdaderamente existe esa "sintonía" con el Ministerio y en que hay que ir dando pasos hacia el acuerdo.
"Creo que vamos por el buen camino y si no nos desviamos de la defensa de los intereses de la región y del acuerdo firmado entre todos en Castilla-La Mancha creo que estamos en buena disposición para mejorar la situación, pero soy consciente de la dificultad que tiene la vicepresidenta del Gobierno-- ha dicho e alusión a Teresa Ribera-- y el secretario de Estado. Estamos en comunicación permanente, casi diaria, por el interés de Castilla-La Mancha. Dedico a eso mucho tiempo de mi trabajo. Imagino que Murcia y Andalucía hacen lo mismo, no lo sé", ha indicado.
Dos días después de que los regantes murcianos se manifestarán en Madrid contra lo que consideran un "recorte" en el trasvase, ha asegurado que los regantes murcianos hacen una labor imprescindible para la economía del país y ha defendido que el Gobierno de Castilla-La Mancha "no quiere entrar en la guerra del agua con ninguna" región pero tiene que defender los intereses de Castilla-La Mancha, tal y como han asumido todos los partidos políticos firmantes del pacto regional.
"Es evidente que hay que buscar una solución, no queremos dejar tirados a los regantes de Levante, pero la solución no puede pasar por que el agua se vaya de aquí. La región es muy diversa y muy grande y hay que acordarse de todos", ha dicho el responsable de Agua de Castilla-La Mancha, que ha pedido "olvidar los regantes en corto, a los que se acostumbran algunos errando, y evitar enfrentamiento".
A lo largo de su ponencia 'Los desafíos de la agricultura de Castilla-La Mancha', el titular regional de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural también ha referido que "pronto" en el plazo de un mes se va a conocer la planificación hidrológica que afecta de lleno a Castilla-La Mancha y sus siete cuencas.
En esta nueva definición de futuro, el consejero ha hablado de que se reconozcan los derechos de uso de los regantes del Alberche, de situar la lámina de Entrepeñas y Buendía por encima de los 400 hectómetros y de garantizar un caudal ecológico para el Tajo.
"Esta dos cosas juntas suponen la derogación total de un memorándum asfixiante para Castilla-La Mancha. Cada vez que estamos en nivel 2, y es casi siempre, hay trasvases de 38 hectómetros. Me gustaría que esto se cambiaran y lo demando cada día", ha reclamado el consejero, que se ha mostrado confiado en que la nueva política de agua que se está definiendo "se piense en Castilla-La Mancha" y se reconozca su prioridad como cuenca cedente.